A decir verdad, este nuevo post no va a tratar sobre un personaje, hecho, conquista o logro sino que antes bien, pretendo dar un corto repaso por la intrahistoria de la vida del español medio en la época de la dictadura militar del General Franco. Se podrían escribir, libros, libros y libros a cerca de los casi 40 años de esta España en concreto y no acabaríamos nunca de pulirlo. Pretendo que el lector se mire, asimile y observe como en un espejo y que adopte una mirada crítica hacia esos usos y que haga un somero esfuerzo por entenderse a sí mismo, a sus padres, abuelos, tíos y hermanos, así como las costumbres de esa época y que en no poco nos siguen influyendo en nuestro devenir diario. Porque si alguien se piensa que la época de Franco no ha influido en tres generaciones de españoles va completamente equivocado. Vamos con ello. Y es que España siempre fue el país de las tres "eses", véase: "Sable, sotana y sindicato..."
Mariano, a dónde vas?. A comprarme un coche. Y... qué coche te vas a comprar? . El más grande que "haiga". Así las cosas y de esta guisa el oriundo payés catalán, agricultor aragonés o simplemente hombre de la capital al uso y con éxito en lo económico dio lugar al famoso "haiga" o "aiga". El "Aiga" o "Haiga" era un coche de cualquier marca siempre que fuera grande. Daba igual SEAT, Ford, o Renault. El caso, y sea lo que fuere un "Aiga" o un cacharro grande con ruedas.
En España, se iba mal, lamentablemente mal. La posguerra y la autarquía económica además del boicot económico que le hicieron a Franco por considerarlo adicto a las potencias perdedoras de la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a una escalada de hambre y miseria como pocas veces se vio en nuestro país. Eso sí, el General Franco con la ayuda del Opus Dei, países como Argentina, Vaticano o Suiza salió a flote sin que el español pagara un solo impuesto (episodio este que luego aclararé). Eso es un hecho. Así las cosas, el General Franco como verdadero vigía de Occidente y fiel defensor junto a EEUU de la hidra comunista no dudó en cambiar denominaciones. La ensaladilla rusa se pasó a llamar "ensaladilla española. Por ejemplo la palabra "braga" estaba proscrita. La censura en no poco era paliativa de malos usos y costumbres y por ejemplo "la mujer se desnudó" era horrendo para la época. Mucho mejor "se desvistió". "Tetas" o "pechos" eran de vocabulario no poco falaz adoptando la palabra "seno" como sinónimo de descripción de buena moralidad.

La palabra "obrero" no era bien aceptada por el Régimen. De muy mal gusto. Era mejor "productor" o simplemente "trabajador". Y es que tanto el fascismo de Mussolini, el Nacionalsocialismo de Hitler, el Socialismo de Stalin así como el Franquismo de Franco siempre consideró a la obrería como un pilar irrenunciable para sus revoluciones sociales. El trabajador pasó a ser un individuo "jodido pero agradecido...". A día de hoy al obrero se le llama "operario" con lo cual no se sabe si trabaja o canta ópera. Mi humilde persona a día de hoy es un operario jodido y agradecido pero......... os aseguro de "Bel Canto" no tengo ni la más remota idea.
Enfermedades como la polio hicieron estragos si bien Franco hizo un notable esfuerzo por amainarlas a base de vacunas obligatorias. Surgió así un nuevo personaje social.
"El Engañabaldosas". Un individuo que, y a resultas de la polio caminaba de forma harto atrabiliaria y sin saber muy bien donde iba a acabar su pie diestro o..... siniestro. Estas pobres personas encontraban siempre trabajo así como muchas otras por mediación de Falange la cual articuló socialmente España. En lo militar, uno se libraba de la mili por tales enfermedades, "pies planos" o sencillamente "corto o largo de talla". La suiza Nestlé introdujo un buen producto infantil, el Pelargón. Primera leche en polvo para niños en 1944. Mi padre, sin ir más lejos se alimentó de pequeño de Pelargón y se pusieron muy de moda a posteriori los vinos quinados como complemento alimenticio infantil que según los médicos daban vigor y estimulaban la apetencia. Era el famoso Kinito que se servía en la merienda acompañado de pan con chocolate o las rebanadas de pan con vino y azúcar. En el pueblo de mi mujer en Asturias, cuando los pequeños iban de visita en las casas a recaudar dinero para las fiestas se les recompensaba con una copita de "Sansón" lo que imagino que a cuatro casas visitara el niño acabaría como el Rosario de la Aurora. También era muy común dar a los niños a mitad de mañana o tarde un vaso de leche con unas galletas en los colegios. Se empezaban las mañana rezando en los colegios y en el mes de Mayo, se cantaba "Flores a María". En mi colegio, a veces rezábamos también al final de la clase según el profesor o cura impartiese la última disciplina y sus devotas costumbres.

El pan, alimento base para la nación era un bien muy valioso. Mala educación cortarlo con cuchillo (es el cuerpo de Cristo), buena con las manos. Recuerdo con cariño como hasta el final de sus días mi abuela besaba las sobras del pan seco del día anterior antes de tirarlas a la basura más por inservible que por otra cosa y de como en no poco y en la actualidad que los niños no se dejen nada en el plato es costumbre arraigada de penas y hambres pretéritas.
En cuanto a la radio, durante más de 20 años a las 2.30h. y 9.30h las emisoras interrumpían sus programas y se daba paso a las noticias de Radio Nacional. Así aparejadas las cosas sonaba el himno nacional y el locutor con enfática castrense exclamaba: "Diario hablado para España de Radio Nacional. Caídos por Dios y por España! Presentes! Viva Franco! Arriba España!.
A decir verdad, una compañia en España se llevaba la palma en materia de decesos. Era muy común que una familia no tuviese donde caerse muerta pero el pago de la peseta mensual a la compañía de "los muertos" o El Ocaso era deber completamente inexcusable. "Pague usted una módica peseta mensual y olvídese de su entierro y sepultura. El Ocaso lo hace por usted..." En una España ya no de diferencias de clases pero sí de "qué dirán" los entierros eran de Primera, Segunda y Tercera.

También era costumbre fiar a los clientes por parte de los tenderos. Esto se explica en tanto en cuanto en localidades como Jaén una vez recogida la aceituna poco más había que hacer. No así en las ciudades que si también era de uso común lo era más por caridad cristiana que otra cosa. El débito en las tiendas era lo más normal.

También había un uso muy común. La "Iguala". La Iguala era el pago de una docena de huevos, un pollastre o una gallina al médico, veterinario del pueblo en agradecimiento y compensación por sus menesteres.
El reciclaje era también de uso común en la España de Franco y en la Transición. Recuerdo con cariño como mi madre depositaba numerosas botellas de Kas, Fanta, tónica e.t.c... paro luego yo, al más puro estilo montoril ejercer mi potestad recaudatoria. Iba a la tienda y por cada botella ("casco") vacía me daban 5 pesetas las cuales me gastaba en mis infantiles vicios. Ahora la botella de plástico y el reciclaje lo haces gratis.

Llegados a este punto el lector habrá podido advertir no sin menoscabo que la España de Franco era del todo mojigata y santurrona. Pues no. Un impenitente falangista a la sazón alcalde de Benidorm llamado Pedro Zaragoza un día fue a visitar al Caudillo. Su embajada era simple, comunicar a su Excelencia que estaba amenazado con la excomunión por permitir en sus playas el uso del bikini por las extranjeras. Franco, muy solícito le comunicó que podía marchar en paz y tranquilo. El uso del bikini a partir de entonces estaba ya más que autorizado. Y es que para ganar una guerra y mantenerse cerca de 40 años en el cargo había que ser práctico, de hecho del festival de Benidorm salieron figuras de la talla de Raphael y Julio Iglesias. Las meretrices eran de uso habitual por el español medio. Pero no es menos cierto que en aquellos lugares los cuales había asentada una base americana los precios subieron como la espuma ante el consiguiente enfado del usuario para con el imperialismo yanki. El preservativo era de uso común si bien no tan expuesto como ahora que los venden hasta en las verdulerías y los había no desechables. Franco fue muy criticado por sus tecnócratas al admitir bases americanas en nuestro territorio y por sus detractores también. Los primeros pensaban había vendido su soberanía y los segundos se iba a perpetuar su Régimen per sécula seculorum. Un Real Decreto aguó la fiesta con fecha 3 de Marzo de 1956. Por ese Real Decreto las casas de putas quedaban abolidas. Y es que España había entrado en la ONU de pleno derecho con el voto en contra de Israel pero paradojicamente a favor de la URSS y el organismo prohíbia tales salas como afrenta hacia la mujer. No fue ocurrencia del Régimen. Ahora los prostíbulos pasarían a ser locales de talleres de costura o pensiones para solo señoritas. Evidentemente las autoridades hicieron la vista gorda.
La caza y montería era de uso habitual para las clases altas. En realidad apuntaban a un farol y mataban a una vieja pero el negocio, era el negocio. Hasta el párroco del pueblo empuñaba carabina por si el industrial, ministro o prohombre del Régimen necesitaba su apoyo deontológico. El negocio por lo general giraba en torno a lo de siempre y que nos ha llevado a la ruina, la construcción. El Barrio de El Pilar, Madrid en el que se proyectaron 150.000 viviendas fue fruto de la caza siendo en su día la zona urbanística más grande de Europa. En cuanto a Franco, tan aficionado a la cinegética tres días a la semana iba de montería ante el escándalo de sus ministros. No obstante, era capaz luego de quedarse hasta altas horas trabajando en lo que los españoles llamaban.... "esa lucecita en el Pardo". En mi opinión la dejaba encendida y se iba a la cama. Franco, a partir del 56-57 no dio chapa, España era conducida por los ministros del Opus Dei. Los negocios Franco siempre los hizo rifle en mano. No por nada, era militar.
El tabaco suelto se vendía con auténtico éxito y un nuevo fruto seco vendría del comunismo de la URSS para paliar el hambre. Los tanquistas de las Brigadas Internacionales introdujeron las pipas de girasol en España. Junto a las pipas y el tabaco el hambre era menos. No pocas veces "El Cordobés" ha afirmado que el tabaco le ayudó a no morir de hambre.

Cada ciudad o pueblo tenía un "tontódromo" o radio de acción para el ligue y abordaje de señoritas y señoritos a falta de baile. Allí, por lo general, los adolescentes coqueteban entre ellos y buscaban pareja de tal o cual condición. Las chicas agrupadas en cuadrillas, los chicos en camada cruzaban miradas sugerentes y palabras beleidosas entre sexos opuestos nunca adictas a la zafiedad.
Las sesiones de cine eran contínuas o lo que es lo mismo una película se podía ver dos y tres veces. Había cines de verano al aire libre los cuales quedaban regados de pipas al final de tal o cual sesión. A decir verdad, rara era la película se mostraba íntegra y sin censura por lo que los directores españoles se las tenían que ver y desear para burlarla. Se daban paradojas tales que el censor en su labor dejaba el telefilme más promíscuo si cabe dada su incompetencia. En otro orden de asuntos las películas comenzaban con el himno de España y la concurrencia se levantaba marcialmente no pocas veces alzando el brazo para después sentarse y tragarse el NO-DO, noticiario y documental sobre tal o cual evento en la España de Franco como por ejemplo la "Pertinaz Sequía", la inauguración de un pantano o la exportación de naranjas a Europa.
El precio normal de un coche venía a equivaler a unas 100.000 pesetas lo que representaba el sueldo de un obrero durante diez años. Con el 600 (1957), mucho más barato (65.000 pesetas) y con un español más fortalecido economicamente las carreteras de España se llenaron de los temidos "domingueros" que no eran sino las familias que iban al pueblo, o simplemente a pasar un día de campo a cualquier sierra o paraje cercano a la capital. A decir verdad, un 600 si se ahorraba se pagaba pronto. Y es que desde que se pedía hasta que se entregaba casi se había conseguido todo el dinero. 3 Años tardaba SEAT en entregarlo de un color aleatorio y habiendo pagado una entrada que te daba derecho a la lista de espera. Para conducir un coche se necesitaba un carnet. Obviamente el de conducir. Pero las auotescuelas ni estaban ni se les esperaba. Unas cuantas clases con el coche del vecino en un descampado eran suficientes para presentarse en tráfico y obtener la licencia de conducción. En los pueblos, los examinadores se desplazaban para examinar a la gente y rara vez los suspendían con tal de no volver allí. Eso sí, cuentan que los examinadores se largaban bien comidos, bebidos y agasajados por los oriundos de tal o cual lar.

Las mujeres y máxime en los pueblos eran muy dadas al luto. A decir verdad, una mujer se podía pegar de luto toda la vida. Primero la abuela, luego el abuelo, más tarde la madre y para finalizar el padre. Si la desgraciada con lujo de que no fuera un hijo tenía la mala suerte de que muriera su marido el luto era in eternum. Los hombres se conformaban con llevar corbata negra si se terciaba.

Una de las fechas que el español más esperaba era el día 18 de Julio. Conmemorando el inicio del Alzamiento militar de Franco llegaba la famosa "Extra de Julio". Incluso a día de hoy los quiosqueros perciben el doble de dinero por la venta de cada periódico. Ese día y el día de la Lotería de Navidad. El Día del Padre, tan olvidado y ultrajado a día de hoy se celebraba y la festividad del Primero de Mayo se llamaba "San José Obrero". Lo del uno de Mayo era de comunistas....
En Navidad las clases pudientes eran muy dadas a la generosidad para con el menesteroso y ponían un pobre en su casa el día de Nochebuena. Había sorteos en los cuales participaban pobres de solemnidad a los cuales se les obsequiaba con tal o cual cesta o vianda.
Ver un negro era completamente imposible. Si bien con la llegada de las bases americanas alguno se veía por ahí. La gente disciplinadamente se lo quedaba mirando por la calle como si fuera un extraterrestre o selenita y era la atracción de los niños por la calle. En cuanto a la moruna la Guardia Mora de Franco y poco más.
Volviendo a la Semana Santa era muy común que las casas de putas cerraran (pasar más hambre que una puta en Cuaresma...), así como las salas de fiestas, circos, teatros....... y en los cines proyectaban películas relacionadas con la Pasión de Jesús de Nazareth así como la radio a parte de los boletines emitían sólo música sacra, saetas y marchas procesionales.
Lo más moderno eran los pantalones vaqueros que no pocos paletos osaban planchar con raya para mayor aprobación del respetable por lo ominoso de esa moda extranjera y los churros poco a poco fueron desplazados por el donut más fino y moderno al igual que las hamburguesas sustituyeron a las albóndigas.
A día de hoy nos quejamos de la vivienda en España pero en época de Franco no era tampoco tema baladí. No se firmaba hipoteca sino un acuerdo con la promotora inmobiliaria por lo que los bancos no intervenían en nada. Si se dejaba de pagar la letra de cambio correspondiente a la promotora esta intervenía el piso como dación en pago lo cual resulta paradójico que ahora algo que en no poco reclama nuestra sociedad en época de Franco era una realidad palmaria. La hipoteca pues era posesión de pleno derecho y se firmaba una vez pagado el piso a la promotora y nunca antes. El alquiler era la práctica más común y la mitad de los recién casados en los 50´ vivían con los padres de uno u otro cónyuge haciendo de la familia una piña desde la abuela hasta el primer, segundo o tercer bebé. Ni que decir tiene que Falange y de la mano de Laureano López Rodó (en mi opinión el mejor tecnócrata que tuvo Franco) impulsaron el patronato de vivienda sindical para los más desfavorecidos. Las denominadas Viviendas de Protección Oficial (VPO). A partir de 1958 López Rodó cogió una economía en bancarrota en un país con no pocas revueltas sociales y en un año logró un superávit del 20 por ciento. Como?. Pagando impuestos por parte de los empresarios y poderes establecidos. Logró perpetuar de esta forma un Régimen entonces en franca agonía en un éxito a dos caras. Descrito su primer éxito, no me dolerán prendas que con su magistral paso por la economía fue el verdadero arquitecto de la sociedad de consumo. Sociedad que se lleva muy mal con las dictaduras. Los tecnócratas del Opus Dei murieron de éxito y gerontocracia.
Los viajes en tren eran la más firme muestra de la generosidad que esas gentes hacían gala en la España de Franco. Se imponía un tren a vapor, el "Rápido" que se le llamaba así porque podía retrasarse horas y horas.... Los españoles de diversa condición se acomodoban en sus asientos de madera e iban sacando productos de la tierra que intercambiaban generosamente a la vez que se conversaba sobre el devenir del viaje y el origen de cada uno y por qué estaban allí. Era muy frecuente que el personal se apeara con la cara llena de hollín y habida cuenta de esto los viajeros iban vestidos con la ropa más sufrida que tenían. Muchos hacían largos y largos trayectos para ir a trabajar a Europa y enviar divisas a sus familias desde Alemania, Inglaterra, Bélgica..... En las minas belgas la tasa de mortalidad era brutal (800 italianos en 10 años) por lo que Italia dio la orden de retirar a todos sus súbditos trabajadores en Bélgica. Quienes fueron????. Los españoles de la época de Franco. Las deficiencias del Plan Marshall para España así lo mandaban.
No mala costumbre era nada más salir del portal del edificio el santiguarse devotamente por si las moscas. La España de Franco no es que fuese una España insegura pero véase una teja desprendida, un atropello o simplemente una cáscara de plátano en el suelo podía ser sinónimo de accidente y así las cosas, mejor estar a bien con Dios.
Las cocinas de nuestras madres y abuelas eran de carbón. Pero a partir del año 1958 un nuevo producto proveniente de Estados Unidos hará las delicias de las amas de casa: la bombona de butano. En materia decorativa el suelo de sintasol. Suelo plástico pegado al piso original en buena imitación a madera, mármol de Carrara y demás materiales nobles se impondrá junto con los muebles de formica que desplazaron a la madera y en las paredes se puso de moda el faselín. Una nueva persiana desventrará a la clásica. La persiana Gradulux aquella que mediante una ruleta se regula la entrada de luz y se impondrán dos inventos con palo y españoles. La fregona y el Chupa Chups para los niños. Y.... otro chupa chups mucho más orientado a mayores que a niños irrumpirá de lleno, el cigarrillo con filtro americano. Si bien, había niños que a la tierna edad de 10 años ya lo gastaban.
Los "automercados" o supermercados modernos de impusieron en 1958. El primero de ellos fue inaugurado en la calle Embajadores de Madrid por el General Franco y un obispo al uso, como era menester en esa época y estuvieron tutelados por la Comisaría Nacional de Abastos. La competencia por el "blanco" se impuso. Y todas las empresas de detegentes impondrían el "blanco" como bandera de su publicidad como si no existiera otro color. Elena, Zig-Zag, ESE, OMO o Gior más blanco no lavaban.

Por increíble que parezca, en España se avanzaba muy lentamente pero fabricaba el mejor coche del mundo. El Pegaso en sus versiones "Z", un coche que alcanzaba los 250 km/h con un precio de 500.000 pesetas. También tuvimos al mejor mecánico del mundo. Eduardo Barreiros. De orígen cubano hacía lo que nadie sabía hacer, transformar un gasolina en Diésel contribuyendo así a una más que millonaria transformación de las divisas al no tener que importar coches Diésel ni fabricarlos. Un litro de diésel costaba 2 pesetas. Uno de gasolina 7 y el mercado español estaba más que saturado de coches gasolina. En cuanto al mercado de la motocicleta su abanico era amplio. Montesa, Ossa, Sanglas, Derbi..... a elegir.
Como veis, podría estar escribiendo, escribiendo y escribiendo días, días y días y no terminaría de hacer una somera referencia a la vida y costumbres en la España del General Franco. Sirva pues este post como mi más sincero homenaje a nuestros abuelos que de todas las generaciones que abarcaron el siglo XX en España fueron los que peor parte se llevaron. A decir verdad, fueron sin duda alguna la generación de españoles que más trabajó y que en contrapartida peor vivió. Jornadas de sol a sol en el campo, talleres, fábricas y oficinas a cambio de un más que misérrimo sueldo muchos de ellos tuvieron que echar mano del pluriempleo y de la emigración para un país que hasta bien entrada la década de los 60´ no empezaba a amanecer. No pocos se han encontrado con una miserable jubilación y es que pese a las cuitas y sudores invertidos no habían cotizado o... sencillamente en la creencia de que sí lo habían hecho el empresario no había cotizado por ellos. El dinero negro, el estraperlismo, la picaresca y la falta de centralización burocrática hicieron que al final de su vida laboral se encontraran con una mano delante, una detrás y eso sí, un piso pagado a base de ahorros y privaciones en algún suburvio de Madrid, Zaragoza, Bilbao o Barcelona.
Y.... ahora leedlo: De Juán Eslava Galán "De la Alpargata al 600". El jienense hace un recorrido por esta etapa de la Historia de España solpando datos y mezclando historias de pícaros, tecnócratas, amas de casa, obispos, miserias y opulencias. Harto recomendable.
"Con la Maleta al Hombro"de Luis del Val. A decir verdad hará 15 años que lo leí pero me impresionó. Son 5 historias de 5 personajes que viajan a Europa en la época de Franco para ganarse el pan y la sal de sus familias. Muy bonito.
Y... ahora el NO-DO....
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