jueves, 17 de julio de 2014

La tragedia del submarino Kursk.



       KURSK. Ese es el nombre para tres denominaciones. La primera, una ciudad. La segunda una batalla y la tercera un submarino. En cuanto a la primera acepción, señalar que se trata de una ciudad rusa, en cuanto a la segunda, decir que fue una batalla, la Batalla de Kursk. Una batalla decisiva en la cual se midieron dos monstruos, de un lado Stalin y de otro Hitler en el combate más encarnizado de tanques de la Historia de la Humanidad. Más de 5000 carros de combate se dieron cita en la Batalla de Kusk. En la que para mí fue la batalla más surrealista de esa guerra. Donde se dieron casos de cuatro T-34 rusos estrellarse contra un Tiger alemán para ver si así lo doblegaban. Y definitivamente, un submarino. Así las cosas ambas acepciones tanto la de la ciudad como la de la batalla hacen una sola: El submarino Kursk. El submarino Kursk y su amargo fenecer. Poco a poco, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo, Vladimir Putin vendió muy cara la vida de su tripulación a la opinión pública. Y es que este dirigente con ínfulas de Zar de todas las Rusias fue una vez más un irresponsable. Un irresponsable que recordó en no poco a aquellos dirigentes de tiempos pretéritos y que dejaron la URSS completamente diezmada. Vamos pues con la historia de un disparate, el hundimiento del Kursk:

        Corría el año 1995 cuando un sacerdote ortodoxo bautizaría a la para mí arma más letal que haya creado el ser humano. El arma sería un submarino, digno heredero de la carrera bélica de la Guerra Fría. Señalar que a pesar de las distintas contiendas, la Guerra Fría se desarrolló basicamente debajo del mar. En el marco de una serie de operaciones, juegos de triles, amenazas y órdagos entre Occidente de un lado y la URSS de otro.

      Como antecedentes del Kursk reseñar que para mí fue el arma más letal construida jamás por el ser humano. Medía más de un estadio de futbol (152 metros), 20 metros de ancho, con una altura de más de 8 pisos, un peso de 18.000 toneladas, su imagen era completamente imponente y un precio de 1000 millones de euros. Así las cosas dejaba en ridículo a cualquier submarino norteamericano. Fabricado en Titanio era capaz de sumergirse más de 1000 metros. Su armamento era capaz de destruir un país como España en su totalidad por varias veces. Portaba  nada más y nada menos que 24 ojivas nucleares. Cada ojiva tenía una capacidad de destrucción 40 veces superior a la bomba de Hiroshima. Os imaginais?????. Increíble. Un país como España, Francia, Alemania o el Reino Unido borrados del mapa en un segundo.

       Pero..... y ahora viene lo mejor, su potencia letal se basaba en un torpedo de ciencia ficción. Se llamaba Shkval y creaba un sistema de supercavitación capaz de impulsar al torpedo por el agua a una velocidad de más de 500 kilómetros por hora. Me explico, el torpedo era soltado y en su singladura bajo el mar creaba una bolsa de oxígeno a su alrededor que impedía la fricción con el agua. De esta guisa y sin munición el torpedo era capaz de atravesar el casco de un portaaviones como la mantequilla. Con munición todo un desastre. A los norteamericanos les llegó el informe del torpedo y... ni siquiera se lo creyeron. Pero... vaya si se lo creyeron después. Entre otros artilugios y gadgets de alta tecnología portaba un sonar capaz de escuchar comer a un camarón. No, no miento. También poseía camarote propio para el Almirante, piscina y un pequeño solarium.


       Agosto de 2000, mar de Barents y escoltado con 20 navíos y el portaaviones Pedro El Grande se encuentra de maniobras cuando el Kursk desaparece por completo. Señalar que una de sus misiones era la de enseñar a unos almirantes chinos una demostración de sus potentes torpedos Shkval. Al igual que el capitán Smith, aquel que perdió la vida en su última singladura en el Titanic, el Almirante del Kursk también se iba a jubilar en ese su último viaje.

       La versión oficial del desatre, un torpedo averiado viejísimo que llevaban a bordo. Del cual fugó peróxido de Hidrógeno y explotó en mitad de la singladura llevando al Kursk a pique a tan solo 100 metros. Señalar que si el Kursk se hubiese puesto de pie en el lugar de su hundimiento la proa o la popa emergerían más de 50 metros, por lo que el rescate de los 23 marineros no afectados por la supuesta deflagración hubiese sido un juego de niños, pero no fue así. Comparativamente hablando, el Kursk puesto de pie sobresaldría lo mismo que una cucharilla en una taza de café. Con estos mimbres, el Almirante no reflotó el barco soltando el lastre de emergencia y ni mucho menos lanzó la boya que poseen los submarinos en caso de hundimiento para su localización, la cual va atada a un extenso cable. Según dicen fuentes oficiales y oficiosas la boya estaba desactivada en todos los submarinos de la armada rusa para en caso de hundimiento no ser encontrado el barco por los enemigos. También aseguran que no portaba armas nucleares para evitar problemas, cosa también completamente increíble ya que en caso de conflagración mundial esas armas son de uso inmediato, aunque señalar que el Kursk tenía 9 submarinos gemelos más. Ahí es nada.

       La versión que no dio el Kremlin y que es la oficiosa dice que en torno al Kursk había dos submarinos americanos. El USS Toledo y el USS Memphis de maniobras, y observando al Kursk muy de cerca, el Toledo. Su misión era la de comprobar como a los chinos se les hacía una demostración de los torpedos. Así las cosas el Toledo navegaba muy cerca del Kursk seguido de lejos por el Memphis. Toledo y Kursk colisionan y este último abre sus troneras de torpedos. Percatándose de la jugada el Memphis el cual siendo más rápido dispara un proyectil Mark-48 al Kursk y lo derriba en el acto estallando a su vez los torpedos de proa. Como podéis observar, la guerra submarina es lo más parecido a un duelo del oeste. Gana el más rápido y el que tiene más puntería y no el que lleva un Winchester último modelo. Es así, no os engañéis.

      El Toledo, tocado y huido por la colisión es atracado en Noruega para ser reparado y es avistado saliendo en los periódicos.

      Pero.... independientemente de una versión u otra que fue lo que pasó con la tripulación del Kursk???. Llevando a bordo unos 118 marineros 23 salvaron la vida trasladándose al compartimento de popa. A oscuras y sin apenas oxígeno la muerte de estos infelices sería agónica no exenta de la incompetencia de Vladimir Putin, el cual sitaba de vacaciones en el Mar Negro. Habían transcurrido tres días y el jefe de la CIA aparece en Rusia mientras que Vladimir Putin desoye todo intento de ayuda por parte de dos empresas, una inglesa otra Noruega. Norman Pioneer se llamaba la primera, Seeway Eagle la segunda. Ambas especializadas en rescates submarinos.

       Los marineros del Kursk, conscientes de que no van a ser rescatados intentan comunicarse con el exterior y dar su localización mediante golpes en el casco a la par que empiezan a escribir cartas a oscuras en lo que constituiría su agonía y una dramática elegía. Pero... no queda ahí la cosa. Pravda soborna a un oficial ruso y este da los nombres de la tripulación los cuales publica. Señalar que la confusión era total entre los familiares de las víctimas ya que no sabían a ciencia cierta de si sus esposos, novios, padres o maridos estaban a bordo del malogrado Kursk. Así las cosas ahora ya lo saben y la opinión pública empieza a presionar al cabo de una semana a Putin para que acceda al rescate de los marineros, los cuales y a estas alturas el muy ladino por no decir otra cosa sabía que estaban muertos. La razón: Muy sencilla, planos del Kursk y claves secretas las cuales irían a parar a Occidente desventrando por completo todo el aparataje militar submarino de Rusia. La empresa noruega o inglesa no recuerdo muy bien abrió la escotilla de emergencia en tan solo media hora, cuando Rusia afirmaba que esa escotilla iba a ser imposible abrirla debido a corrientes submarinas, mal tiempo y excusas de mal pagador. Todo un disparate por parte de Vladimir Putin y el Kremlin por analogía. A estas alturas estaban todos muertos y la empresa europea se retira del proyecto con las manos vacías.

      Con estos mimbres, Vladimir Putin es completamente acosado y la Marina Rusa accede a conceder una entrevista con los afectados. Como podeis imaginar, les dijeron de todo menos bonitos. La madre de uno de los marineros fallecidos montó en cólera presa de un ataque de histeria en mitad de la entrevista tildando a la Marina y al gobierno de inoperantes, irresponsables, asesinos y demagogos. Esto..... no se daba en la época stalinista. Uno desaparecía sin saber porqué y sin dar explicaciones siempre fagocitado por la nomenklatura. Una médico tuvo que administrarle un sedante en vena, la retiraron y disolvieron la entrevista. Putin ha perdido de esta guisa un 10 por ciento de su intachable popularidad y por si no fuera poco un antiguo oligarca ruso llamado Boris Berezovsky el cual había amasado la mayor fortuna de Rusia a raíz del desventramiento de Gorbachov ofrece un millón de euros a las víctimas con tal de dejar en ridículo a Vladimir Putin. Berezovsky y por circunstancias que no vienen al caso aparecería colgado en su casa de Londres en el año 2013. Su mentor Boris Yeltsin no estaba ya para evitarlo.

         Vladimir Putin y ya haciendo un ridículo inimaginable pone cartas en el asunto. "Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras" como rezaba aquel título de una obra de Miguel Hernández. Putin comienza a pagar los salarios atrasados a las víctimas y que acarreaban desde 1996 e indemniza con 20.000 euros a los familiares. Por si no fuera poco las víctimas demandan al estado y así las cosas Putin se ve obligado a reflotar el barco.

       Así se lograron recuperar tres cartas las cuales han pasado junto con el resto de los documentos a donde siempre: a los archivos secretos. Así se recuperaron los cadáveres y así se hizo aún más el ridículo cuando para sorpresa de la Marina Rusa aparece en el casco un agujero circular perfecto, el cual delata en no poco la presencia del impacto de un torpedo. Como podéis apreciar en la fotografía el agujero es perfecto en su penetración y el torpedo siempre estalla dentro del submarino, nunca lo hace en el exterior. Así las cosas entró, estalló y bajo esta teoría reventó al submarino.

      Por si no fuera poco, Bill Clinton acudió de inmediato a entrevistarse con Putin y a dar una rueda de prensa. Rueda de prensa para descartar un posible ataque nortemaricano al Kursk y a raíz de esta entrevista Rusia obtiene un crédito de 100.000.000 de euros a la par que a EEUU le otorgan un permiso para instalar bases en territorios por así llamarlos controlados por Rusia. Que raro.......

      En mi humilde opinión la Guerra Fría está acabada. Ya no existe, pero no es menos cierto que así como la Transición Española la doy por finiquitada con las Olimpiadas de Barcelona, la Guerra Fría la doy por zanjada con el hundimiento del Kursk. Cierto es que los rusos siempre han sido unos manazas y la teoría de una expolosión de un torpedo antiguo debido a una negligencia es una teoría para nada descartable. Pero no es menos cierto que debajo del agua nadie sabe lo que pasa y menos con los testigos presenciales muertos y olvidados por Vladimir Putin. Y es que queridos amigos, los muertos no hablan y máxime en una Rusia firme heredera del stalinismo. Así las cosas no he expuesto pocos argumentos fehacientes para sí pensar que fue un ataque deliberado norteamericano, en resumidas cuentas, un disparate de esos que ante la duda, rumor e incompetencia en no poco hacen desencadenar un ataque nuclear de proporciones bíblicas como ya estuvo a punto de ocurrir en la crisis de los misiles en Cuba. Las armas nucleares siempre son el órdago, la última carta, la última estación y os recuerdo que ya se han utilizado contra civiles en Hiroshima y Nagasaki en una demostración de fuerza, en parte porque Stalin miraba con buenos ojos una invasión de Japón. Vista la demostración de poder de EEUU con sus bombas nucleares a Stalin se le quitaron las ganas de invadir Japón. Eso sí, en tres años tenía sus bombas atómicas. El KGB hizo muy bien su trabajo robando los planos. En otro orden de asuntos en esos tres años a EEUU le hubiese sobrado tiempo como para borrar a la Unión Soviética del mapa pero no quiso.

       Negligencia o no, ataque norteamericano o no..... Vladimir Putin no movió un dedo para salvar a esos infelices atrapados en el Kursk. Selló una muerte casi segura bajo cualquier concepto pero el rechazar la ayuda occidental como una de sus prioridades pesará en su conciencia durante toda la vida al nuevo Zar de todas las Rusias, Vladimir Putin.
















viernes, 11 de julio de 2014

El Dos de Mayo. De la Historia Moderna a la Contemporánea.



      


        Corría el año 1808 y más en concreto un dos de Mayo cuando por Madrid paseaba un insigne pintor. España, esa España atrasada en tanto en cuanto seguía los designios de una monarquía y de un no menos férreo catolicismo iba a ser escenario de un tumultuoso acto. Para mí el más importante de la Historia de España. Una fecha para recordar y un punto de inflexión en nuestra Historia Contemporánea. Porque sí amigos, es ese día, a esa hora y en ese escenario cuando España abandona la Historia Moderna y se adentra en la Contemporánea y como testigo de excepción el pintor antes imaginado como no podía ser otro: Francisco de Goya y Lucientes. Todo se queda impregnado en su retina y en su cerebro. Todo lo ve y todo lo recuerda para plasmar en uno de sus lienzos ese nefasto día. Su obra: "El Dos de Mayo" o "La carga de los Mamelucos". Ese cuadro el cual obedece a dos denominaciones tendría una segunda parte correspondiente al día siguiente: "Los fusilamientos del 3 de Mayo". Acompañadme pues en un viaje en el tiempo nos vamos a la era napoleónica, a todo lo acontecido en aquellos aciagos días en Madrid y que no sería sino en parte el fin de Napoleón Bonaparte y de ese sueño imperial que tantas glorias dio a Francia. Vamos pues con el Dos de Mayo francés.

         Y es que Napoléon se las prometía muy felices. Enemigo íntimo de Inglaterra había convencido al ineficaz Carlos IV y a Manuel Godoy, a la sazón valido del anterior rey de que le permitieran cruzar España para acabar en Portugal y cerrar los puertos portugueses al tráfico y comercio marítimo con Inglaterra. Su intención, ni más ni menos era asfixiar, asediar, dejar morir de hambre a las islas para así garantizarse de una forma u otra un éxito más en una de sus campañas. Una campaña, que al fin y a la postre jamás conseguiría, la campaña de Inglaterra. Y es que España se encontraba en una temible encrucijada e indecisa había tomado partido por apoyar en escasa medida a Napoléon en el Tratado de Fontainebleau. Así, las cosas España estaba entre la espada y la pared y aliarse con Francia sería el pasaporte de facto para una guerra contra Inglaterra como ya se demostró en Trafalgar. Y aliarse con Inglaterra el visado para oponerse por completo al genial Bonaparte. Con estos mimbres y unido a unas castas gobernantes la mar de inoperantes España poco podía hacer sino contemplar el devenir de los acontecimientos. Carlos IV y Manuel Godoy dejaron como no, pasar a Napoleón sin pegar un solo tiro pero no sabían que Napoleón quería con este acto quedarse en España, deponer a los borbones, hacerse con el país y poner como nuevo Rey, a su hermano José "El plazuelas" o "Pepe Botella". Lo de plazuelas....... como que sí. Hizo muchas plazas. Pero lo de "Botella" como que no, era abstemio. Señalar que luego demostraría ser un magnífico rey y que en no poco modernizó España. No era ni mucho menos tan anticlerical como su hermano pero sí lo justo como para hacerse cargo de la situación religiosa en España y abolir la Santa Inquisición. Por Madrid circulaba una coplilla que rezaba: "Cada cual tiene su suerte, la tuya de borracho hasta la muerte".

        Pero con lo que no contaba Napoleón era con la fe, el impulso, la valentía y gallardía del pueblo madrileño. Con estos mimbres destacar que Manuel Godoy aconsejó muy en mucho a la Familia Real trasladarse a América y en estas estaban cuando de camino a Cádiz paran en Aranjuez. Un Motín, el Motín de Aranjuez y alentado por Fernando VII, hijo de Carlos IV, logra deponer a Carlos en favor de su hijo Fernando, un traidor que conspiraba a diario contra su padre. Así las cosas regresan a Madrid y Napoléon los cita en Bayona, donde acuden ambos en compañía de Manuel Godoy. Y es solo entonces cuando Bonaparte pone muy a las claras que el rey seguiría siendo Carlos IV (Napoléon prefería un tonto como Carlos IV a un traidor al mando de España) pero que por diversos avatares del destino el trono y a partir de ahora lo ocuparía su hermano José I. Era el 20 de Abril de 1808 y tenemos a un rey, un príncipe, una reina y un valido secuestrados en Bayona por Bonaparte.

        Nos situamos pues de esta guisa en el 2 de Mayo de 1808 a las 10 de la mañana. Cuando un par de carruajes de acercan al Palacio Real. Así las cosas un mayordomo llamado Rodrigo López de Ayala sale a un balcón de Palacio y exclama: "Vasallos, tomad las armas que se llevan al infante". Por Madrid ya se rumoreaba el secuestro de la Familia Real de Carlos IV pero lo que no se esperaban los madrileños era que también querían secuestrar al infante Francisco de Paula. Ese acto de bellaquería constataría definitivamente al pueblo madrileño de que Napoleón había venido para quedarse y poner a su hermano Jose I en el poder.

      Los madrileños empiezan a arremolinarse en la madrileña Plaza del Sol portando, hoces, guadañas, navajas cabriteras y es que se sentían traicionados, engañados, vilipendiados por Napoleón. Poco a poco la caballería egipcia Mameluca empieza a acotar la plaza en una especie de campo de concentración improvisado hasta que salta la chispa que pasaría a la posteridad en "La carga de los Mamelucos" o "El levantamiento del 2 de Mayo" de Goya. Había entrado la Edad Contemporánea en España. Fue un duelo improvisado. Joaquín Murat a la sazón comandante militar de Madrid y cuñado de Napoléon no daba crédito a lo que veían sus ojos. Un turba alocada derribaba a los mamelucos a golpe de navaja cabritera. El espectáculo fue dantesco. Tripas de caballos, de hombres, de madrileños, de egipcios esparcidas por los suelos envuelto todo en un reguero de sangre. Así las cosas la caballería mameluca se retiraría a las 2 de la tarde no sin antes haber hecho su trabajo a conciencia.

        Pero.... con lo que no contaba Murat era con dos valientes. Uno, Pedro Velarde. El otro, Luis Daoiz. Nos situamos a las 2 de la tarde en el Parque de Artillería de Monteleón. Y un capitán llamado Pedro Velarde se encuentra en el polvorín. su intención es abrirlo y dar munición a los madrileños para dar batalla a los franceses. Tras unos dimes y diretes convence a otro capitán Luis Daoiz y entre ambos se arriesgan saltándose la escala del mando y abren el Parque de Artillería. Así las cosas los madrileños, ya tienen armas. Ya están equipados y ya pueden hacer frente al invasor francés en las mismas condiciones. Señalar que las órdenes del Estado Mayor eran no hacer frente a Napoleón bajo ningún concepto. Por lo que los generales de la plaza jamás dieron su consentimiento para este acto. Pero gracias a Velarde y Daoiz se llevaría a cabo una resistencia brutal en aquel 2 de Mayo en Madrid. Fue la chispa que propició el levantamiento. Y sin ellos jamás España hubiese llevado a cabo la cadena de acontecimientos que a la postre voy a relatar.

       El resultado de la operación fue una carnicería. Más de 1200 madrileños fueron abatidos a balazos, bayonetazos, culatazos..... Durante más de 3 días los franceses pasarían por las armas a todo aquel que hubiese participado en la revuelta. A Joaquín Murat, al engreído Murat, ese que iba a misa vestido de militar y armado no se le humillaba tan facilmente. Y Goya plasmaría los ajusticiamientos en uno de sus lienzos "Los Fusilamientos del 3 de Mayo". Daoiz y Velarde murieron en el Levantamiento sin ver su obra culminada porque aún tenemos sitio para más héroes como es el caso de un simple cerrajero, Pedro Serrano.

        Pedro Serrano, de profesión cerrajero es nuestro Filípides español. Filípides, ese Griego que corrió durante 42 kilómetros en la Batalla de Marathon pero esta vez Pedro, lo haría a caballo. De Madrid a Móstoles, de Móstoles a Talavera y de Talavera a Cáceres. En Casas de Miravetes y tras haber recorrido 182 kilómetros  su caballo y él cayeron muertos literalmente de cansancio. Su misión llevar unos pasquines para que todos supieran lo que había ocurrido en Madrid. Los dos alcaldes de Móstoles se encargaron muy, muy bien de difundir la noticia y esta se propagó como la pólvora y en pocos días más de 40.000 españoles agrupados muchas veces en cuadrillas de gremios se habían echado al monte junto con 110.000 soldados. Así las cosas, el objetivo no iba a ser otro que el francés. Dar caza al francés. Ese francés que entraba en las iglesias y las profanaba, ese francés que con total impunidad metía mano y violaba a hijas, mujeres y novias, ese francés que comía gratis en las tabernas y tugurios de la época y ese francés que rapiñaba, iba a ser el objetivo no ya del pueblo madrileño sino del español.

        Sinceramente pienso que el español iba a por el francés como el que se va al bar a tomar una cerveza. Así de claro. Todo español capaz de empuñar una navaja, hoz o no os digo ya un fusil o pistola se cargaba a un francés si podía como el que mata a una mosca que molesta o un mosquito que pica. Se dieron casos de tipo costumbrista tales que unos albañiles subidos a un andamio los cuales, al pasar sin más ni más una comitiva de franchutes les arreaban bien de ladrillos, cemento y todo lo que fuese arrojable o arrojadizo.

        En el Dos de Mayo, todo valió aquel día. Se liberaron en Madrid a los presos los cuales rogaron al director de la cárcel tomar parte en la refriega. En el momento que hubiese acabado tal desbandada se comprometieron a volver a la cárcel como así hicieron. De la mansalva de presos que aquel día salieron uno murió, otro fue herido y un tercero tomó las de Villadiego, lo cual no es mal balance para analizar la psique de un pueblo el cual dio la cara por su rey y por su religión hasta en las cárceles. Y es que en España, este país indefectiblemente católico para bien y para mal los franceses no respetaban ni el "acogerse a sagrado", o lo que es lo mismo, una vez entrado un delincuente en una iglesia la autoridad competente no tenía potestad en iglesia o convento, sino que el abad de la orden era el que decidía al respecto muy por encima de la autoridad militar o policial. Los franceses, al contrario no respetaron ni una sola ley religiosa en el país entrando con impedimenta y armas en ristre en suelos sagrados que no eran suyos y así les fue. No es de extrañar pues que España sacase de quicio a Bonaparte tildándonos de fanáticos religiosos imposibles de gobernar ni con las armas.

        Las mujeres en no poco fueron las heroínas. Agustina, la Madre Rafols, Manuela Malasaña una niña de 15 años fusilada por llevar unas tijeritas de bordar y que dio nombre a un barrio de Madrid, el barrio de Malasaña. Distintos autores aseveran que le arreó un macetazo a un general francés y lo dejó largo ahí mismo. Y es que ellas fueron testigos mudas del buen hacer de sus esposos, padres y novios y muchas veces tomaron cartas en el asunto. Una mujer no mata, envenena. Para un hombre y más de entonces era un ser inofensivo, pero al fin y a la postre fue un enemigo potencial. Tanto en vanguardia como en retaguardia, con o sin discreción.

        Sirva pues este post como homenaje a aquel pueblo de Madrid el cual se jugó los cuartos contra un ejército el cual menospreció como siempre a su enemigo y al pueblo llano español y es que "Spain is different" en lo bueno y en lo malo. También sirva como homenaje a un paisano mío, sin duda alguna el más universal que dió Aragón, Francisco de Goya y Lucientes. Porque lo de Goya traspasa hitos en el sentido de que fue el reportero gráfico de la época. Una época en la que para nada existían máquinas de fotografiar. Y....... aunque me pese, al para mí mayor militar de la Historia más reciente, Napoleón Bonaparte. Napoleón, el gran militar, el gran estadista, el gran comandante. Magnífico, un genio. Bonaparte estará en la otra vida discutiendo tácticas militares junto con Ramsés II, Darío El Grande, Aníbal, Julio César, Escipión "El Africano", Rommel, Alejandro, Pirro...... y si no, en el infierno.







       P.D.: Especialmente dedicado a mis amigos de Madrid. Alejandro Méndez y Silvia Méndez que......... aunque ambos se apellidan igual, el destino les hizo conocerse y casarse sin ser primos, ni hermanos, ni tíos, ni sobrinos ni nada que se les parezca. Uno madrileño, otra asturiana. Y... por supuesto a sus dos hijos, también madrileños Pablo Méndez Méndez y Carla Méndez Méndez. Y es que el destino a veces juega buenas pasadas. Por Méndez que no sea. Mi mujer también se apellida Méndez.







      



      

jueves, 3 de julio de 2014

La masacre y el accidente de Katyn.



      Pocos paises han acusado tanto la Segunda Guerra Mundial como la católica Polonia. A decir verdad, creo que comparativamente hablando fue sin duda alguna el país que más sufrió la injusticia de tal guerra. Polonia, insignificante país en lo militar estuvo al socaire de los caprichos de dos paranoicos uno Adolfo Hitler, otro José Stalin. Y es que lo que aquí voy a narrar es producto en parte de la barbarie en primera instancia y posteriormente de la mala suerte. Soy de los que piensa que nada es casualidad y mucho menos la mala fortuna pero lo del bosque de Katyn no tiene nombre ni parangón alguno. Vamos pues con un bosque en no poco maldito. El bosque de Katyn.


       Corría el año 1940 y una aciaga primavera cuando en virtud de un tratado anterior el Tratado Ribbentropp-Molotov Polonia sería dividida en dos bandos. Una Occidental al socaire de la Alemania nazi, otra Oriental con los rigores del stalinismo. Así las cosas Stalin tomaría muy buena nota de ello y haría de su porción polaca su cortijo particular. Stalin no se andaba nunca con milongas y quiso depurar por completo el organigrama tanto militar como intelectual de su Polonia ocupada. Su misión fue pues la de hacer de Polonia un nuevo país siempre a sus gustos revolucionarios y para ello reclamó a toda la plana mayor del ejército e intelectualidad polaca en diferentes campos de concentración para así uno a uno ajustarles las cuentas. Su escenario sería el bosque de Katyn y ahí desarrollaría sus purgas en un tiempo record de tan apenas 3 meses.

     Organizado por Laurenti Beria, 24.000 militares polacos junto con la práctica totalidad de la intelectualidad polaca se dieron cita en ese bosque. Oficiales de baja, media y alta graduación junto con periodistas, profesores, escritores y científicos fueron asesinados de un tiro en la nuca y enterrados o semienterrados en zanjas de baja profundidad.

      Baste como ejemplo de la barbarie el que aquí voy a citar. Los polacos, se concentraron para hacer una misa en uno de los campos de concentración, más en concreto en el campo de Starovielsk. Evidentemente la nomenklatura stalinista que perseguía religiosos por doquier no consintió tal misa. Así de entrada, al capellán se le ordenó abjurase y ante la negativa del mismo se procedió a su depuración religiosa. Dado que con diversas palizas y que los electrodos colocados en sus ojos no daban el resultado esperado, se procedió a tumbar al capellán en un jergón atado de pies y manos con hambrientas ratas debajo del mismo. Señalar que al pobre capellán lo sacaron hecho un cristo y en estado completamente lamentable ante lo cual el oficial de más alto rango y dado que sus métodos no habían dado resultado se lo quitó de encima pegándole un tiro en la nuca. No era cuestión de devolverlo así a los barracones y que el resto de los presos se soliviantaran. Hay líneas delgadas las cuales no han de traspasarse y si se hacen de forma harto sucinta. La religión es una de ellas. Mejor tapado que expuesto.

      El acuerdo Ribbentropp-Molotov acabó completamente quebrado con la Operación Barbarroja o la invasión de la URSS por parte del Tercer Reich. Con estos mimbres Hitler comenzó una ofensiva brutal hacia el este de Europa enviando al fin y a la postre a 4.000.000 de soldados de diferente nacionalidad. Como era de esperar la Wehrmacht invadió la porción oriental de Polonia y las tropas alemanas ajenas, todo hay que decirlo a lo que se iba a dar en sus propios campos de concentración sencillamente se quedaron con la boca abierta cuando llegaron a Katyn. Miles y miles y miles de fosas a medio acabar hacían de ese bosque de abedules el mismísimo averno. Manos, cabezas, piernas, pies y toda suerte de extremidades humanas sobresalían de las tumbas habiendo sido pasto de las alimañas. El escenario dicen fue rocambolesco. Los alemanes sencillamente no daban crédito a lo que veían sus ojos e inmediatamente lo comunicaron al Estado Mayor y llegó a oidos de Goebbles, ministro de propaganda nazi. Goebbles como mentiroso compulsivo que fue durante toda su vida no dudó en hacer propaganda del hecho consumado por los soviéticos (quizá fue la única vez que dijo la verdad). Pero..... no esperaba el efecto opuesto. Stalin, víctima ahora sí de la ofensiva nazi y en lo militar aliado dijo lo contrario: La matanza había sido perpretada por los nazis. Ante lo cual los aliados también apoyaron la tesis de Stalin. Pero...... los aliados siempre supieron que antes de la Operación Barbarroja, durante y después que Stalin había ordenado asesinar a aquellos infelices. Mentira tras mentira, embuste, tras embuste entre Stalin, Hitler y los aliados. Y es que amigos....... hay una realidad palmaria: La primera víctima de la guerra es siempre, siempre la verdad.

       Este secreto, fue ocultado hasta bien entrado 1990. Sí, habeis leido bien, 1990. Paradójicamente aquel líder de la Perestroika, Gorbachov no se atrevió a desclasificar los archivos y tuvo que hacerlo Boris Yeltsin. Hasta entonces los autores materiales de las matanzas de Katyn habían sido los alemanes y no los rusos. Y los aliados siempre, siempre apoyaron esa tesis a sabiendas de que no era para nada cierta.


         Y.... ahora viene la segunda parte de la historia. La cual cuando menos tiene, y mucho de maldito.

       Corría el año 2010 y más en concreto un 10 de Abril y un Tupolev de las Fuerzas Armadas polacas cuando un obstinado piloto desobedece por completo a una torre de control la cual le indica abortar el aterrizaje debido a la meteorológía adversa desde la base aérea de Smolensk. Así las cosas, la desobediencia fue fatal, y el avión se estrelló con 96 personas a bordo incluido el presidente polaco, Lech Kaczynski, su esposa, el director del Banco de Polonia, el jefe del ejército polaco junto con no menos de 40 personajes más de la vida pública polaca y familiares directos de aquellos infelices que fueron masacrados por el stalinismo en el bosque de Katyn.

     El accidente desarboló por completo el sistema político de la ya democrática Polonia dejando al país sin gobierno y sin personalidades tanto del aparato político, militar y religioso. Indudablemente fue una tragedia pero esta tomó más relevancia si cabe debido a que la misma se perpetró justo en el mismo bosque en el que fueran asesinados aquellos 24.000 infelices a los cuales anteriormente he referido. Justo entonces se cumplían 70 años de la masacre de Katyn y esa legación diplomática acudía con la mejor de las intenciones a rendir un homenaje a aquellas víctimas del terror stalinista. Los hijos y nietos de aquellos 24.000 asesinados por Stalin habían también pues sucumbido en ese accidente aéreo.


       Y es que bien mirado la mano de Stalin es negra y alargada. Stalin, el mayor asesino de la Historia de la Humanidad sonrrojando por completo a Hitler se había así cobrado la vida de otras 96 personas más y a raíz de un fatal desatino no exento de negligencia. En esta vida, nada es casualidad y lo que en un momento puede ser algo completamente fortuito, un conjunto de situaciones adversas y el destino hace que la tragedia se repita una y más veces.

      La católica Polonia, otra vez había sucumbido pues al amargo destino de su ya de por sí lamentable devenir. Primero la ocupación soviética, luego la nazi, más tarde las garras del stalinismo y ahora un gobierno elegido democráticamente completamente diezmado por culpa de un fatal accidente aéreo que nunca debió producirse.

     Cuando leáis algo sobre Polonia siempre sabed que el Siglo XX le fue completamente adverso y en no poco también el XXI. Sabed que el pueblo polaco ha sucumbido a altísimas cuotas de sufrimiento, perversiones, mutilaciones, tragedias, injusticias. Que ha sido privado muchas veces de lo sagrado y que nadie, absolutamente nadie hizo nada por evitarlo. Ni los alemanes por un lado, ni los soviéticos por otro, ni aún los aliados y ni mucho menos como en el caso que nos ocupa su esquiva suerte. Y es que 50 años para reconocer una purga de tamañas dimensiones junto con 70 más para volver a sucumbir en un accidente de proporciones bíblicas es ya mucho rizar el rizo.