sábado, 28 de febrero de 2015

Chernobil.




          Sin duda alguna, el accidente más grave no natural de la Humanidad. Y es que queridos amigos, la Unión Soviética agonizaba por momentos en un totum revolutum de insidias, injusticias y decaimiento tanto organizativo, moral como económico. Fue el cierre definitivo de una época la cual mejor ni recordar para aquella superpotencia con pies de barro. Aquella potencia la cual supo colocar al hombre en el espacio partiendo de como base una sociedad rayana lo feudal tendría su canto de cisne y descrédito definitivo en el accidente nuclear de Chernóbil y como testigo de excepción y vergüenza para el régimen soviético, el mundo entero. A día de hoy todavía no hay nada claro de lo que en realidad ocurrió. Ni más ni menos 110 teorías rayanas la incompetencia más supina dan fe de ello pero el reactor número cuatro de la central nuclear más potente del mundo por causas que se intuyen pero desconocen saltó por los aires a la 1 y 23 minutos 58 segundos de un 26 de Abril de 1986. Fue la más viva representación del averno sobre la tierra en una potencia de destrucción que superaría en 500 veces la bomba atómica de Hiroshima y que amenazaba con borrar por completo Europa de la faz de la Tierra.

        Así las cosas, hablaremos del accidente y su hipótesis más plausible, de una ciudad fantasma llamada Pripyat en el corazón de Ucrania, de unos héroes: los liquidadores, de unos bomberos y unos submarinistas, del comportamiento de la radioactividad, de un parque de atracciones sin niños... y de muchas cosas más. Acompañadme pues a las mismísimas entrañas del infierno. Acompañadme a Chernóbil.

      En agosto de 1986, en un informe enviado a la Agencia Internacional de Energía Atómica, se explicaban las causas del accidente en la planta de Chernóbil. Este reveló que el equipo que operaba en la central el sábado 26 de abril de 1986 se propuso realizar una prueba con la intención de aumentar la seguridad del reactor. Para ello deberían averiguar durante cuánto tiempo continuaría generando energía eléctrica la turbina de vapor después de la pérdida de suministro de energía eléctrica principal del reactor.9 En caso de un corte, las bombas refrigerantes de emergencia requerían de un mínimo de potencia para ponerse en marcha —para rellenar el hueco de entre 45 y 60 segundos hasta que arrancaran los generadores diésel— y los técnicos de la planta desconocían si, una vez cortada la afluencia de vapor, la inercia de la turbina podía mantener las bombas funcionando durante ese lapso.

      Con estos mimbres, ni un solo de los futuribles que habían augurado cada uno de los tres ingenieros jefe que comportaba el equipo de seguridad de la planta de Chernóbil resultó ser el correcto. El reactor número 4 de la central poseía 14 metros de diámetro por siete de altura y albergaba la nada desdeñable cantidad de 200 toneladas de Dióxido de Uranio el cual empezó a sobrecalentarse hasta límites insospechados. Rápidamente los ingenieros ordenaron bajar la barras de grafito que atenúan en parte la reacción en cadena pero el sistema electrónico, un sistema digno de la cochambre más indecente de los medios de la URSS hizo que debido al sobrecalentamiento el sistema fallara. Acto seguido se procedió a la inmersión manual de las barras pero estas se encontraban completamente dobladas y solo lograron introducirlas dos metros y medio, resultando completamente insuficiente para evitar la que se venía encima. Fue así como la central voló literalmente por los aires.

 
  Yodo 131, Cesio 137, Estroncio 90, Xenon 133 y Plutonio 239 son los 5 jinetes del Apocalípsis en forma de vertido que saldrían directamente a la superficie tal que en una plaga bíblica de proporciones sobrenaturales. 

    Yodo 131, altamente radioactivo se deposita en la glándula tiroides, por eso amigos míos en Fukushima la población japonesa tomaba Yodo ordinario para que la tiroides se rellenara del mismo sin acaparar el nocivo. Tiempo de permanencia 8 días.

    Cesio 137, letal arrasa todo aquello que toca. Tiempo de actividad: 30 años.

     Estroncio 90, completamente nefasto. Se camufla en el organismo bajo las propiedades del Calcio y es completamente asimilado por nuestro cuerpo. Altamente radioactivo se deposita en los huesos y médula espinal y es causa de muerte inminente. Tiempo de actividad: 90 años.

       Xenon 133. Tiempo de actividad: 600 años.

      Y..... definitivamente Plutonio 239, máximo responsable de la contaminación nuclear ya que lo es muy a la larga. Tiempo de actividad: más de 25.000 años.

           Todos estos isótopos radioactivos fueron lanzados a la atmósfera en una catástrofe de proporciones bíblicas desde la central Vladimir Illich Lenin a 18 kilómetros de Chernóbil la actual Ucrania. 

           En cuestión de minutos se activó el protocolo antiincendios. Tal era la situación que se registraron radiaciones de más de 20.000 Roentgens por hora, cuando en realidad la dosis letal son 100 para el mismo espectro de tiempo. Como un nefasto sol de medianoche los habitantes de Pripyat la ciudad más próxima al reactor 4 de la estación contemplaron horrorizados como se hacía de día en mitad de la noche y como una inmensa nube radioactiva de más de 6 kilómetros de altura invadiría toda la zona y el globo terráqueo dando la vuelta al mismo tres veces.

            Pripyat, una próspera ciudad de unos 60.000 habitantes sería desalojada en menos de tres horas, 36 más tarde del accidente. Los militares del ejército soviético aparecieron como por ensalmo en miles de camiones, autobuses y todo tipo de artefacto mecanizado con máscaras antigas en sus caras. Su misión desalojar cuantos más ciudadanos de Pripyat mejor.  No pocos ancianos ofrecieron resistencia al desalojo y es que un pueblo traicionado una y otra vez, al final se vuelve díscolo y desobediente.
Muchos de ellos recordaban con horror esas purgas de la Segunda Guerra Mundial o la época de la Gran Hambruna en la cual el camarada Stalin dejó morir de inanición a 6.000.000 de ucranianos hombres, mujeres y niños para mayor gloria del socialismo. En otro orden de asuntos tenían también como misión exterminar todo animal que se cruzara a su paso. Al fin y a la postre los animales no conocen de radiaciones ni de fronteras y estaban altamente contaminados. Solo quizá y de esta manera se les iba a librar de una más que agónica y segura muerte. Posiblemente los habitantes de Pripyat tuvieron suerte, mucha suerte. Mihail Gorbachov estaba en el poder con su Perestroika y procedió al desalojo. En otros tiempos ni se les hubiese avisado. Eso sí, a los niños, los más indefensos ante la radioactividad se les atiborró de pastillas de Yodo.

         
     Platos intactos en las casas con sus alimentos dentro, pizarras con la última lección de matemáticas del día, muñecas en sus sillas de juguete, todo tipo de enseres domésticos serían abandonados a su suerte dándoles una vitola fantasmagórica de aquí a 25.000 años. Para siempre. 
   Un recién construido parque de atracciones a punto de estrenar fue el más fiel reflejo de que jamás las risas de esos desarraigados niños ucranianos, jamás se escucharán en sus autos de choque ni en sus caballitos de madera. Y es que una maldita palabra, la palabra "Chernóbil" etimológicamente en el libro del Apocalípsis de San Juán viene a significar "hierba negra" o lo que es lo mismo "Ajenjo".

          Por añadidura la radioactividad no se ve, no se huele y no se escucha. Tras una serie de minutos a su exposición se saborea, y es que las papilas gustativas reciben un sobreestímulo de gusto metálico. En otro orden de asuntos la susceptibilidad del individuo a su ataque es básica. Creedme que todavía hay gente que vive alrededor de la zona y no ha muerto. Quisieron con ello no desarraigarse y morir en el lugar les vio nacer. Diferentes estudios sobre la radiación arrojan que una zona letalmente contaminada puede estar completamente libre de radiación si bien se caminan unos metros los aparatos registran índices letales para el organismo. En otro orden de asuntos las distrofias, cánceres y trastornos que acarrea a la larga sobre todo en niños y mujeres embarazadas son lamentables y ese irreversible mal el ser humano no ha sido capaz de erradicarlo. Hiroshima, Nagasaki, Chernóbil y la reciente central nuclear de Fukushima en Japón dan y darán firme muestra de ello por generaciones con distrofias tajo parejo a los de la fotografía. En otro orden de asuntos, la radioactividad por muy lejos que esté se introduce en la cadena alimentaria contaminando peces, aves, plantas y animales acabando las más de las veces en nuestros platos. Algo parecido a aquel barco que se hundió lleno de patitos de goma en el año 92 y estos aparecieron incluso en el Polo Norte:

http://www.elmundo.es/cronica/2003/408/1060606790.html


        Roentgen descubrió los llamados rayos "incógnita" o rayos "x" en 1885 y la Curie logró obtener un gramo de Radio, un millón de veces más radioactivo que el Uranio manipulando toneladas y toneladas de Pechblenda anteponiendo ambos con sus vidas la salvación de millones de almas. Pero siempre, siempre con la dosis justa de radiación. Hubo un tiempo en que la radioactividad estuvo de moda y se vendían cosméticos radioactivos, aguas radioactivas y tratamientos oculares radioactivos. Un multimillonario llamado Erwin Byers murió tras ingerir a lo largo de su vida hasta 5 botellas de agua radioactiva al día. Aseguraba le fortalecía y daba vigor. Murió entre tremendos dolores y con la mandíbula inferior completamente destrozada por el efecto de la radiación. La fórmula magistral que se echaba al coleto a diario se llamaba "Radithor". 

          Pero volviendo al tema que nos ocupa, Chernóbil no fue una devoción ni un capricho de millonarios, antes bien una maldición bíblica similar a Sodoma y Gomorra.

       
  En cuanto a las emisiones radioactivas poco que decir. Alfa, Beta y Gamma. La radiación Alfa no es nociva. Atraviesa una hoja de papel tan solo. En cuanto a la Beta puede producir trastornos en órganos internos y la Gamma es capaz de atravesar el acero. 

          Siete días tardaron las autoridades soviéticas en reconocer tamaño disparate. Así las cosas en una central nuclear noruega los sensores saltaron como llevados por el demonio ante la comprobación de que las botas de un operario estaban completamente secuestradas por la radiación. Con estos mimbres se llegó incluso a pensar que Gran Bretaña había sufrido un ataque nuclear pero las pesquisas poco a poco fueron dando sus frutos y la radiación provenía indefectiblemente de las repúblicas bálticas, en concreto de Kiev, Ucrania. Se activaron todos los protocolos mundiales de radiación. Paradógicamente la nube radioactiva obvió la Península Ibérica y tan solo se registró radioactividad en Baleares y en dosis completamente asumibles. Empero, Centroeuropa estaba totalmente contaminada.

             La URSS tuvo que hacer frente a tamaño bochorno a nivel internacional y no tardó en reaccionar al respecto. Una vez levantada la mortaja de la incompetencia más garrafal hubo que reconstruir el cadáver de cara a la opinión pública. Como bien he comentado antes la primera actuación fue la de los bomberos. Sencillamente, no sabían a que se enfrentaban. Combatiendo con escasos medios a su alcance un fuego imposible de apagar cayeron uno por uno en cuestión de minutos. La exposición era completamente mortal. Nada más y nada menos que 30.000 Roentgens a la hora. O... lo que es lo mismo 50.000.000 de veces la dosis superior a la permitida.  

            El gobierno de Gorbachov ya no sabía que hacer. En base a experimentos espaciales llevaron robots a la zona y sencillamente estos se volvían locos ante tamaño dechado de radiación. Lisa y llanamente una vez subidos al reactor para desalojar los escombros radioactivos se suicidaban ellos mismos arrojándose al vacío. Se habían vuelto inteligentes por un momento.

           La URSS sobrada siempre de gente volvió a caer en su sempiterno delito. El de acometer hazañas a base de cobayas humanos con tal de obtener sus réditos. Pero esta vez amigos míos, no quedaba otra. Tanto Bielorrusia como Ucrania estaban a un tris de declararse "Zona Muerta", completamente inhabitable. Y más de la mitad de Europa a tiro de piedra de ser desplazada. Fue cuando surgió la idea de los LIQUIDADORES en los despachos del Kremlin. Si no hubiese sido por los liquidadores España, uno de los pocos países no afectados se hubiese visto inmersa en un problema gravísimo. Sencillamente la mitad de Europa hubiese tenido que venir presa de la radioactividad dejando el país sin nada.

            Mitad héroes, mitad androides y por entero víctimas a la sazón, se reclutaron más de 600.000 liquidadores. Unos obligados, otros soldados de reemplazo. Unos campesinos, otros fervientes comunistas y no pocos engañados dieron su vida en la central de Chernóbil. La URSS estaba enfrascada en la guerra de Afganistán y a muchos muchachos se les ofreció librarse del servicio militar con tal de permanecer 3 minutos arrojando escombros al reactor a la vez que Boro. A otros se les prometió la cantidad de 6 pagas extras y a no pocos se les encandiló con un utilitario.


           Vestidos con una impedimenta plúmbea de color blanco que pesaba más de 35 kilos confeccionada a toda prisa y corriendo desfilaron los 600.000 liquidadores en tandas de 3 minutos cada uno con un trabajo en realidad efectivo de 40 segundos. El color de sus trajes inmediatamente cambiaba de tono. Pasaba del blanco nuclear al gris para acabar definitivamente negro tizón. También se reclutaron 400 especialistas mineros del Donetsk para cavar un túnel debajo del reactor e introducir Nitrógeno líquido con la vocación de que este no hundiera. De estos 400 mineros, no logró sobrevivir ni uno y entre terribles espasmos de dolor fueron conducidos al final de su labor al Hospital número 6 de Pripyat. Y es que ponerse a lanzar Boro en el tejado del reactor era un despropósito, pero trabajar directamente justo debajo del culo de Belcebú una muerte segura. Según cuentan testigos presenciales los infelices eran una masa disforme de quemaduras y echaban pulmones e hígado por la boca. Sencillamente eran la misma imagen de lo que son las consecuencias de la radiación. En esencia hombres con radioactividad por sangre.

       
 De los 600.000 liquidadores a día de hoy han muerto del orden de 150.000 y siguen muriendo por goteo según Isaiev, un ingeniero que estuvo diez días al pie del cañón y que fue entrevistado por El Mundo. Y es que queridos amigos el año 1986 fue pródigo en liquidadores ya que cada semana llegaban a la estación 10.000 de ellos para hacer su trabajo. De 10.000 en 10.000 y en turnos de 3 minutos poco a poco fueron enterrando el reactor, una labor de gigantes. 

          Pero no queda ahí la cosa. La rotura de las compuertas de agua radioactiva hizo que se convocara a un destacamento de submarinistas para cerrarlas manualmente. Pidieron voluntarios y todo el destacamento dio un paso al frente para el viaje. Un viaje esta vez sin retorno alguno. Un viaje suicida directamente al más allá. Con sus trajes de neopreno se sumergieron en el agua radioactiva y lograron cerrar las compuertas evitando así saltara todo otra vez por los aires malogrando el trabajo de los liquidadores. Imaginad como acabaron estos héroes... con medallas a la mismísima diestra de Dios Padre.

          Hoy en día nada se sabe. La Unión Soviética tapó la trascendencia moral de estos héroes como pudo. El marasmo de la caída del Muro fue idónea para la pérdida de archivos, historiales médicos y el asunto se quedó al socaire de la ausencia de cualquier estudio epidemiológico. El cáncer al fin y al cabo es una enfermedad muy susceptible respecto al individuo al igual que aquellos trabajadores españoles los cuales manufacturaron amianto durante décadas y que a fecha de hoy en España nadie quiere asumir responsabilidades ni por parte de empresas ni por parte de autoridades. Así las cosas se acordó que a todo aquel liquidador se le pagaría un salario vitalicio de 500 euros año. En realidad, a día de hoy no les pagan ni 12.

         
Mientras tanto a fecha de hoy el reactor nuclear número 4 de la central ucraniana Vladimir Illich Lenin sigue expulsando ingentes cantidades de radiación. Así por 25.000 años.

          En otro orden de asuntos el alcalde de Kiev, Vladimir Chervinski intentó lidiar con el Polit Buró del Kremlin para evitar a toda costa que un millón de personas salieran a las calles de Kiev en completa ignorancia para con lo que había pasado, celebrar la festividad del Primero de Mayo y así las cosas, evitar males mayores. (hay que tener en cuenta que entrambas ciudades hay una distancia de solo 100 kilómetros) Su petición fue denegada para ocultar tamaño dislate en una acto de irresponsabilidad sin precedentes y muy típico de la nomenklatura socialista. Chervinski, ante la rotunda negativa optó por el suicidio antes que por la irresponsabilidad.


          A fecha de 29 de Mayo las autoridades soviéticas reconocieron unos ligeros desajustes en la estación pero ante la presión mediática por parte de los rotativos norteamericanos conmoviendo a la opinión mundial un consternado Gorbachov con una Perestroika prácticamente diseñada dio la cara el 14 de Mayo admitiendo que era un desastre sin paliativos. En esencia, el mayor desastre de la Historia de la Humanidad. Stalin, ni hubiese dado explicaciones. En otro orden de asuntos, Gorbachov en realidad no tuvo culpa alguna del desastre y se le ha exonerado del mismo. Y es que ese Saturno devorando a sus hijos que era la URSS y por ende el desastre nuclear de Chernóbil era el fruto de décadas y décadas de un socialismo completamente incompetente, inoperante, inhumano y burocrático.




        Una vez extinguido el incendio y controlada la explosión hubo que controlar la radiación. Se imponía así enterrar para siempre el reactor número 4 de Chernóbil. Un ejército de obreros especializados, ingenieros, arquitectos, peones y capataces de más de 100.000 personas se pusieron a trabajar duro, muy duro y a toda prisa en la construcción de un sarcófago de cemento el cual contuviese la radioactividad a vuelapluma. Un sarcófago que tendría una durabilidad de 30 años frente a los 25.000 que debería durar. Hoy en día está ya obsoleto y numerosas grietas aparecen en el mismo liberando fuertes cargas de radioactividad. Así las cosas, amenaza ruina inminente. Al año que viene, 2016 deberá sustituirse por uno nuevo mas las autoridades ahora rusas con Vladimir Putin ya tienen muy claro como acometer tamaña obra. Pesará 29.000 toneladas y esta vez, al parecer en mitad de unas medidas extraordinarias de seguridad el sarcófago será fabricado lejos de la central para con unas gigantescas vías de tren transportarlo y dejarlo justo encima del reactor cubriendo las antiguas instalaciones.

         
Y esta es la verdadera y auténtica historia del accidente más grave de la Historia. Se estima que alrededor del desastre de Chernóbil murieron de forma directa o indirecta más de 600.000 personas víctimas o no del cáncer. En otro orden de asuntos, el alcoholismo, la esquizofrenia, el desarraigo, la depresión, la drogodependencia, las enfermedades congénitas han multiplicado sus tasas por 74. Bielorrusia y Ucrania acaparan el mayor índice de alcoholismo de toda Europa. Miles de niños ucranianos, los niños de Chernóbil, fueron acogidos por países tales que España, Francia, Inglaterra, Alemania, Países Nórdicos para paliar sus enfermedades. Niños que salvaron la vida gracias a estos países pero que para nada se descarta mueran de aquí a unos años de cáncer. Si bien la oncología está avanzando a velocidad de vértigo. Muchos de ellos fueron acogidos de buen grado por familias europeas al quedarse huérfanos de padre y madre. Aquellos niños que con ansiedad manifiesta aguardaban a un Primero de Mayo a que se inaugurara un parque de atracciones para ellos, y que nunca se pudieron montar en los caballitos ni en los autos de choque tuvieron su particular cueva de terror en los efectos de la radiación.

           
   Hoy en día, Pripyat es un centro de turismo de lo morboso. No hay bares, hoteles, spas ni campos de golf. Ni siquiera se puede gastar un euro ni comprar un souvenir. Pero sí son muchos los turistas que se adentran aún a riesgo de la radiación a visitar esa ciudad maldita. Lo que supone también en parte un buen entretenimiento para los habitantes de la zona. Los índices de radiación son altamente nocivos pero con una exposición de unas horas no son letales. Como bien he dicho, la zona y pese al desalojo de 74 pueblos sigue estando habitada en su mayoría por ancianos los cuales no quisieron abandonar su lugar de origen o que bien retornaron con el paso del tiempo. Decir, que muchos de ellos dejaron notas escritas en las paredes y las puertas de sus casas en las que se adivina no volverían en un tiempo. Fieles a esas notas regresaron mas muchos de ellos encontráronse sus moradas saqueadas a pesar de que 5 minutos de saqueo suponían una muerte segura. La codicia humana es lo que tiene. Los atractivos de la zona son harto numerosos. Potros con 8 patas, atildados bosques rojos, tomates, coliflores y lechugas dobles. Así como gallinas de tres patas y dos crestas. Por añadidura, se recomienda tomar una ducha rápida después de la visita y tirar la ropa a la basura por si un isótopo radioactivo se hubiese posado en ella.



         
         

       



    

       Como conclusión, señalar que ya desde tiempos de Jesús de Nazareth el ser humano jamás supo con quien se estaba jugando los cuartos. Sodoma y Gomorra o Pompeya reportan mi opinión. Y conforme pasa el tiempo menos todavía. Vivimos en una sociedad en la cual es completamente imposible producir sin energía nuclear y a la vez no apearnos del burro. Tradicionalmente esto es asunto de la típica pose izquierdista de salón. De aquella que vive y calza en su estética alpargatas de las de cruzar el río Jordán. La cual reclama más y más derechos sociales pero que son imposibles de alcanzar sin energía nuclear. De aquella que denosta por completo la existencia de la energía nuclear y sus residuos sin tener en cuenta que un hospital los genera para salvar vidas. De aquella que se cree libre de riesgo por no tener prácticamente centrales en su territorio y las pocas que hay aboga por cerrarlas sin tener en cuenta que por ejemplo en Francia hay cerca de 60 centrales y que la radioactividad no entiende de fronteras. De aquella la cual no cae en el entendimiento de que un país como Japón sin centrales nucleares se moriría de hambre y de aquella que como no, tampoco estaría dispuesta a que le triplicaran el precio de la electricidad llegado el caso se quitaran las centrales nucleares. En definitiva, gente que no se entera de nada e inconsecuente.


         El funcionamiento de una central nuclear es muy simple. Es una máquina de vapor complicada, nada más. Así las cosas se calienta un agua que genera un vapor y este vapor mueve unas turbinas produciendo electricidad. Lo verdaderamente prodigioso es lograr fisionar el Uranio. Esto genera unos engorrosos residuos y lo verdaderamente complicado es la seguridad de una central nuclear a la vez que la gestión segura de su morralla. Y..... tirarlos al mar no vale. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en manos de una central nuclear era como un mono con un Magnum. Así como suena. De tales barros, Chernóbil.

       Caso a parte merece Fukushima el cual fue en realidad un accidente natural que propició una catástrofe pero no es menos cierto que Japón como ya he dicho antes no podría vivir sin centrales.

       Si no logramos controlar a la radioactividad ella indefectiblemente nos controlará a nosotros. A día de hoy si el hombre desapareciese de la Tierra ésta se convertiría en inhabitable ya que la ausencia de control de los 442 reactores nucleares que hay por todo el mundo harían su trabajo.

       En otro orden de asuntos la URSS tuvo su canto de cisne no en la caída del Muro de Berlín sino en el desastre nuclear de Chernobil. La Unión Soviética ha estado durante 70 años engañando al mundo incluso de puertas para adentro y no son pocos los desastres naturales que ha ocasionado. Desastres de proporciones inimaginables como el de Chernóbil o el que aquí os relato del Mar de Aral el cual han dejado vacío. Hace falta ser burros.


http://laverdadteharalibre6.blogspot.com.es/2014/03/el-mar-de-aral-esta-seco.html




             

      Y.... ahora vedlo y oídlo:

   K-19 la lamentable historia de un submarino nuclear también soviético en el cual unos voluntarios con trajes de lluvia se introducen en el reactor para arreglar una fuga en el sistema de refrigeración. Expone muy a las claras el peligro de la radioactividad en un submarino. Imaginaos en una central.... Genialmente interpretada por Harrison Ford y Liam Neeson, no exenta de tensión héroe y villano se intercalan entre el primero y el segundo de a bordo. Como en todas películas de submarinos hay una inmersión profunda donde el casco se abolla, saltan tornillos, caen mamparos y hay fugas de gas. Buenísima. Fue una historia real.


         
   Kraftwork los dioses del tecno. No había visto este vídeo. Sensacional. Que maravilla de puesta en escena describe a la perfección en un videoclip lo que es el desastre nuclear:

    https://www.youtube.com/watch?v=0EBTn_3DBYo

     Y..... unas imágenes sobre el magnífico trabajo de los LIQUIDADORES:

      Una corriente de aire..... si, claro que se vayan a la mierda!!!!!!!:

https://www.youtube.com/watch?v=odKBqeD4rR8


    
       
         

viernes, 13 de febrero de 2015

Los Gladiadores.





         AVE IMPERATOR, MORITURI TE SALUTANT!!!!!

      Cuentan las crónicas que un caluroso verano del año 80 después de Cristo un ilustre aragonés, bilbilitano a la sazón, sitaba en Roma en los fastos de inauguración por Tito Flavio del Anfiteatro Flavio o Coliseo. Calor, mucho calor que en mezcolanza con el dulce aroma de la muerte impregnaban las fosas nasales de los presentes. En la arena, dos esclavos de las canteras venidos a más en un duelo como jamás se presenciaría en la Historia de Roma y su Anfiteatro. Entrenados en la escuela de gladiadores de Roma antes amigos, ahora rivales sostuvieron una lucha sin cuartel para mayor gloria de Roma. Definitivamente, ambos gladiadores exhaustos dados los golpes recibidos entrambos, sangrantes y despernados por horas de lucha levantaron la mirada y vieron al imperator parando la lid. Tito, en un gesto inaudito para con los guerreros ordenó cesara la lucha y les dio la libertad definitiva. Habianse ganado la Rudis o espada de madera que les otorgaba la libertad y el combate había quedado en tablas. Por cada combate ganado se les daba una palma de ahí el dicho de: "Este se lleva la palma...". Y para su libertad, la Rudis.

       Los protagonistas de tan heroica gesta fueron dos gladiadores, dos amigos y dos rivales. Sus nombres Prisco y Vero. Y el poeta bilbilitano que narró tamaña lucha, Marcial.

       Gladiador, del latín Gladiator que quiere decir "el que lucha con la espada". No en vano esa tradicional espada corta romana de origen español se le denominó Gladior Hispaniensis. Creédme si os digo que esa espada corta española es el instrumento inventado por el hombre que más vidas ha segado. Ni M16, ni AK47, Winchesters, Colts ni bombas atómicas ni nada parecido tienen comparación con lo que el Gladior Hispaniensis pudo llegar a matar. Y es que el perfecto dominio de todo el mundo conocido durante 1000 años dio para mucho. Nunca me cansaré de repetir que el Romano fue con mucha ventaja el imperio más violento que dio la Historia de la Humanidad. Tres cuartas partes del mundo conocido hablaban latín.

       La lucha de gladiadores tanto en su vertiente republicana como imperial fue sin duda el mayor espectáculo de la civilización más violenta de la Historia. Pan y circo para Roma, era muy dada la costumbre de arrojar pan al público que sitaba en las gradas. En cierto modo, una forma de tomar la temperatura a una sociedad completamente evolucionada para la época y en el vértice de esa pirámide el gladiador. Un legionario venido a menos, un hombre que vendía su vida por cinco años para salir de la ruina del juego o como curatela a sus delitos. Un esclavo, o simplemente un voluntario que despreciaba al riesgo a modo de mercenario de la arena conformaban la generalidad de este tipo de personajes. Y es que queridos amigos, entre los patricios romanos beber sangre de gladiador era una costumbre muy común, ya que decían curaba enfermedades.

       Nos encontramos en Etruria, región de los etruscos y es allí más o menos hacia el año 6 a.de.C de donde datan las primeras luchas de gladiadores. También diversos historiadores afirman que Publio Cornelio Escipión, el Africano auspició luchas de gladiadores en Hispania en el 206 A.de.C antes de la batalla de Zama. Pero no nos llamemos a engaño, con Julio César llegó tal espectáculo a su punto álgido y poco a poco este espectáculo fue calando muy hondo en la vida de los romanos de tal o cual condición.

         Así las cosas la procedencia de los gladiadores era de muy diversa índole. Por lo general recibían una instrucción en la "Ludi" a cargo de un instructor, el "Doctor" y este respondía ante un empresario, el "Lanista". Varios meses entrenando daban como resultado una auténtica máquina de matar. Vivían a cuerpo de rey, bien alimentados, limpios, atendidos sanitariamente e incluso tutelados por fisioterapeutas no se les negaban los placeres del sexo. Muchos de ellos siendo romanos libres tenían esposas e hijos y preceptivamente hacían testamento y es que ganaban cantidades ingentes de dinero. Por ejemplo un "Gregari", un luchador del montón ganaba 1.500 sestercios por combate y un "Milloris" o gladiador ya veterano venía a ganar como unos 15.000 sestercios por lucha que era más o menos lo que cobraba un legionario al año. Ahí era nada... señalar que hubo gladiadores que se hicieron millonarios. En otro orden de asuntos también se asociaban y tenían una caja de resistencia de la cual se extraía el dinero para pagar los sepelios de los compañeros caídos y muchos de ellos, los que quedaban vivos se hacían cargo de las vidas de las mujeres e hijos de sus camaradas muertos. Caso particular nos ocupa Spículus, favorito de Nerón. Nerón lo colmó de fasto y oropel debido a sus valerosas luchas. Una vez depuesto Nerón y obligado a suicidarse el emperador reclamó al gladiador para que él mismo lo matara. Así las cosas y ante la imposibilidad de hallar a Spículus, Nerón tuvo que suicidarse solo como el resto de los suicidas, triste y ojeroso.

         En cuanto a las diversas tipologías de gladiadores las había y muchas. A saber, Essedarius, Secutor, Samnitas, Tracios, Reciarios, Mirmillones...........  asociados cada uno con un estilo de lucha y una impedimenta distinta.

        Y es que no exageraré si digo que la figura del gladiador calaba muy mucho en subconsciente colectivo romano. Algo parecido a los cabezudos de Zaragoza en los cuales poco a poco se han ido incorporando personajes nuevos del acerbo popular. Caso a parte merecen los "equites" aquellos que combatían a caballo o en cuádrigas.

   
 Y..... el Coliseo o Anfiteatro Flavio. Señalar que había coliseos por todas las provincias romanas a excepción de Grecia. Los griegos no eran muy amigos de los combates de gladiadores. Eran más éticos y mucho más finos, pero por ejemplo en Túnez estaba la sede de El Jem y como no, en Roma el Anfiteatro Flavio. Financiado por el botín incautado del tesoro del Templo de Jerusalem era capaz de albergar a más de 55.000 espectadores sentados en sus tribunas. Y es que Roma en su mayor apogeo llegó a tener hasta 1.000.000 de habitantes. Iniciado en el 72 D de C. por Vespasiano en un intento de ganarse a la plebe dado que quería perpetuar su linaje Flavio en el poder fue acabado por su hijo Tito al cual no le dolieron prendas en convocar tres meses gratis de juegos ininterrumpidos para su inauguración en no poco para salvar su reputación y elevar el barómetro de su fama. Igual le pudo dar ya que Tito murió a los 6 meses de su inauguración. El Coliseo romano posteriormente pasaría a ser la mayor cantera de toda Italia y es que poco a poco y por diversos avatares se le fue despojando de su estructura para utilizar sus materiales para acometer obras civiles de todo tipo. 35.000 metros cuadrados ocupa el Coliseo. Tenía un sistema de ascensores capaces de subir a más de 100 gladiadores a la arena en pocos segundos. Cuando los rigores del verano romano apretaban se extendían los velorium, unas telas al uso que cubrían las gradas. Caligula, gustaba de quitarlos para que la gente se asfixiase de calor y cada vez que veía un desmayo reía sin parar. Poseía más de 80 puertas para acceder al recinto y dos las más importantes, la de la vida y una más pequeñita la de la muerte. Ese era el destino de aquellos que tan solo unas horas antes habían implorado y orado ante Némesis, diosa griega de la fortuna.


        En el 107 D. de C. el emperador hispano Trajano quiso celebrar su victoria sobre la Dacia con 137 días de juegos. Se convocaron 5000 parejas de gladiadores y se sacrificaron más de 1000 fieras de todo pelaje. En cuanto a las fieras merece destacar que se las alimentaba de carne humana y en no pocas ocasiones y dadas las tremendas algaradas del público que pedía sangre y más sangre no osaban atacar al gladiador o infeliz cristiano de turno. Era entonces cuando al empresario o mecenas que las auspiciaba se le ejecutaba en la arena clavándole un gladior en la nuca al uso de como se sacrifica a un animal. Negocio el de las fieras bastante arriesgado, por cierto. También eran muy utilizadas para eliminar presos de distinta catadura moral y no mucha fortuna. Y es que en Roma para mantener presos en las cárceles salía más rentable alimentar leones, panteras, tigres y hienas en las arenas del Coliseo. Roma, unas veces tremendamente dadivosa, otras pragmática y expeditiva hasta el paroxismo, a veces no perdía ni en jabón....


        Y en la tribuna presidencial el Imperator. El Imperaror presidía los juegos bien rodeado de sus adláteres o de su familia. Era dueño y señor de la vida o de la muerte de cada gladiador. No obstante, las más de las veces arrogaba el destino final de los luchadores al público el cual pedía clemencia o muerte para el derrotado. Era cuando el Imperator con un gesto con la mano dedo pulgar hacia arriba decía "Nisum" o.... con el dedo pulgar hacia abajo "Yúgula". Señalar que tan solo el 10% de los derrotados eran declarados "Yúgula" y es que queridos amigos, el negocio era el negocio. Formar a un gladiador era carísimo a todas luces para el Imperio y no era cuestión de tirar el dinero por la ventana. No obstante, las roturas, tajos, muertes accidentales y accidentes eran ya de por sí todo un despilfarro para el César ya que en cierto modo era una profesión de muy alto riesgo la de gladiador. En otro orden de asuntos, si el pueblo reclamaba sangre con soltar a unos cuantos presos o cristianos a las fieras era ya más que tarea suficiente para contentarlo dejando la arena que daba realmente asco.

        Los emperadores también bajaban a la arena. Cómodo se vanagloriaba de ser Hércules reencarnado y se atribuía la muerte de más de 1000 gladiadores. Así las cosas Cómodo no fue siempre sino un cobarde y un enajenado mental. Saltaba a la arena para matar hombres vestidos de fieras en un espectáculo más que esperpéntico. Y es que la historia de "Gladiator" no es nada cierta. Creo que lo único en lo que coincido con ella es que Cómodo era hijo de Marco Aurelio , conquistador de Germania. No obstante, el tema de los gladiadores lo aborda como nadie esa película.













       

         En otro orden de asuntos señalaré que el Imperio Romano se tambaleó no pocas veces. Por Anibal, Viriato, y como no, por un gladiador de orígen Tracio. Su nombre "Espartaco". Procedente de la escuela de gladiadores de Capua Espartaco organizó una revuelta que estuvo muy, muy a punto de apoderarse del Imperio. Pero queridos amigos, el sestercio, es el sestercio y unos piratas vendieron a Espartaco al Imperio por treinta monedas de plata. Así acabó, crucificado en la Vía Apia junto con 6000 edecanes separados entre 10 y 11 metros en el trayecto que va de Roma a Capua por Marco Licinio Craso, el hombre más rico de Roma y aquel que murió probando su propia medicina. Le hicieron beber oro líquido.

        En otras ocasiones incluso se llegaba a inundar el Coliseo para recrear batallas navales para mayor gloria de Roma. También los gladiadores se las tenían que ver con las cuádrigas, donde un consumado auriga pilotaba el carro y un arquero lanzaba saetas sin cesar a los gladiadores. Estos para defenderse convocaban equipos y diseñaban estrategias. En realidad se trataban de carros de guerra griegos los cuales portaban cuchillas en los ejes. Cuchillas capaces de partir en dos a cualquier incauto gladiador.

        Así las cosas llegamos al año IV donde el emperador Honorio prohibió por completo las luchas de gladiadores y es en ese mismo siglo cuando definitivamente Constantino, hijo de Constancio Cloro y Santa Elena y que a la sazón reconoció el Cristianismo como religión el que definitivamente erradicó tal espectáculo. Con estos mimbres culminan casi 1000 años de luchas de gladiadores y es que el fin del Imperio Romano tal y como lo conocemos estaba muy próximo. Sería en el 476 cuando un tal Alarico tomaría la ciudad definitivamente disgregándose el Imperio Romano en el de Oriente y en el de Occidente con Constantinopla y Roma respectivamente como capitales.

         Como conclusión diré que tampoco estamos muy lejos de las luchas de gladiadores salvando las distancias, claro. No me gustan los toros, no tengo esa afición pero sí es cierto que mucha gente los tilda de crueles. No es cierto. Esa es la gran diferencia de Roma para con la sociedad moderna. Creo haber hecho hincapié en que Roma fue el imperio más violento que dio la Humanidad. Y lo ratifico. No en tanto en cuanto sus conquistas sino en sus habitantes y sus pasatiempos. En el Coliseo sencillamente se iba a ver morir a la gente. Bien en su vertiente gladiodesca, bien en su vertiente de echar a la gente a los leones provocando las más de las veces la hilaridad entre el respetable. En los toros, sencillamente el público no va a ver morir a un toro. Va a ver un espectáculo ya que si quisieran ver sangre se irían a un matadero y santas pascuas. Con la caza, pasa lo mismo. Dudo bastante que un buen cazador deje tiradas sus presas por el monte o abandone porque sí a un animal muerto o malherido. Generalmente se come la pieza o en su defecto la regala.

       
Por añadidura, también señalaré que las luchas de gladiadores son harto parecidas al mayor espectáculo del mundo. El Fútbol. No os mentiré que las cesiones, transacciones, compras y ventas de los gladiadores eran similares a las de los futbolistas de ahora tipo Christiano Ronaldo o Messi. No exagero un pelo. Los buenos gladiadores estaban sencillamente forrados y los respaldaban los apostantes. Así las cosas, no era raro que un incauto se jugara su "domus" apostando a los gladiadores de tal o cual escuela. Eso en la arena del Coliseo pero es que en el Circo Máximo con las carreras de cuádrigas literalmente se iba todo de madre. Más de un auriga llegó a ganar más que Schumacher, Alain Prost o Fernando Alonso. Y......................... sin publicidad. Solo corriendo en un carro.

        Roma, la Ciudad Eterna. Aquella de las siete colinas supo como nadie elevar a los altares a aquellos valientes guerreros que tanto entretenimiento dieron a sus habitantes. Y es que si algo era cierto, para mayor grandeza de Roma allí no se hablaba sino de gladiadores. El opio del pueblo, los gladiadores. Ave Imperator, morituri te Salutant!!!!



        Y.... ahora vedlo. Por favor....!!!!. Para mayor gloria de Roma y del cine este extracto de la película "Gladiator" en donde se ve a un Russell Crowe dirigiendo perfectamente un equipo de gladiadores contra unos carros griegos. La negra que dispara saetas es magnífica y el momento en el cual un compañero le pasa a Russell Crowe el gladior cogiéndolo al vuelo es una imagen desbordante. No se la cantidad de veces que lo he visto pero resume a la perfección lo que se cocía en el Coliseo.

        Desde las inmensas llanuras de Zama las cuádrigas de Escipión "el Africano":