"El que salva una vida, salva al mundo entero."
Talmud babilónico. Siglo V-
Esta vez nos detendremos en el análisis de un personaje de esos que merecen ser recordados. De un justo entre las naciones y de un valiente sin tener que serlo. Porque sí, amigos a fecha de hoy en el Estado de Israel hay una relación de justos en la cual solo figuran cuatro nombres españoles, a saber: Ángel Sanz Briz, Eduardo Proper de Callejon, José Ruiz de Santaella y su esposa Carmen Schrader. Señalar que un "Justo entre las Naciones" lo es todo aquel que no siendo de religión judía protagonizó un hecho insólito salvando vidas de hebreos durante la Shoah judía u Holocausto nazi. Gente que desinteresadamente propició la salvación de aunque solo fueran unos pocos y es que según dice el Talmud "El que salva una vida, salva al mundo entero". Este galardón es completamente exclusivo del Estado de Israel y junto con una medalla, la "Medalla de los Justos" se le otorga al prohombre en cuestión. Medalla la cual reza: "El que salva una vida, salva al Universo entero".
Como no podía ser de otra forma nos centraremos en la epopeya de un paisano mío, de un paisano de España y del Mundo, al cual no pocas veces he visitado en el cementerio de Zaragoza, tan pródigo en tumbas de aragoneses ilustres. Acompañadme una vez más en la máquina del tiempo yéndonos al Budapest del año 1944 en compañía de un hombre que salvó más de 5000 vidas humanas. Como lo hizo???. Ahora lo vais a saber:
Corría el año 1944 y más en concreto en la ciudad de Budapest, Hungría cuando el Tercer Reich y con prácticamente todo ya perdido decide invadir el país magiar. Señalar que hasta entonces y de forma inaudita, Hitler no había puesto su zarpa en ese terruño. Y es que el regente de Hungría, un tal Miklós Horthy se había declarado un firme partidario de las potencias del Eje en esas decisiones fatales en las cuales uno piensa "mejor amigos, que enemigos" con la vocación de obtener réditos libres y confiados. Horthy había colaborado en las deportaciones de judíos húngaros a Alemania pero en escasa medida. Se podía decir que en Hungría los judíos más o menos eran respetados si bien en el resto de los países invadidos por Hitler habían sido erradicados de raíz. Definitivamente Miklós Horthy y a partir de 1944 decide no colaborar para nada en la salida de un solo judío de su terriotorio y es cuando Hitler monta en cólera y despacha a Horthy poniendo un títere afín a él. Este títere se llamó Ferenc Szálasi y sus Cruz Flechados, el brazo antisemita húngaro adicto a las SS. Señalar que para el 19 de Marzo de 1944 Hitler invadía Hungría de facto.
Malos tiempos, para el país del Danubio bajo ningún escenario esta vez azul. Y es que Hitler ambicionaba el exterminio sistemático de todo lo hebreo en su locura particular. Tened en cuenta que el Tercer Reich y a pesar de que se sabía perdedor de la guerra su legado era sin ningún tipo de ambages el eliminar al pueblo judío costase lo que costase. A decir verdad, Alemania tenía perdida la guerra desde su invasión a la URSS en 1941 donde a 65 kilómetros de Moscú quedó clavada la Wehrmacht. Napoleón entró en Moscú pero Hitler ni la olió. No obstante, el régimen de terror de Adolfo Hitler moriría matando judíos.
Y es que esto que voy a narrar no es baladí. En dos meses Adolf Eichmann, encargado de la limpieza judía húngara había puesto la máquina a tope de revoluciones. En dos meses redujo la población judía de 900.000 a 450.000 jugando al despiste ya que su excelente industria antisemita esta vez tomaría los pueblos antes que las ciudades para sorpresa de los húngaros. Ahí era nada. La inmensa mayoría de camino al exterminio vía Austchwitz -Birkenau eliminando por completo todo tráfico de mercancías ferroviarias dando prioridad absoluta a los convoyes judíos. En cuanto a Eichmann, no temer. Escapó a Argentina y un judío lo reconoció. Como no había forma de extraditarlo se le emborrachó y metió en un avión rumbo a Haifa. Juzgado y muerto en la horca, un hijoputa menos. Gracias a la organización Simon Wiesenthal. Sí, Wiesenthal. Aquel que cazó a más de un millar de nazis y que ni siquiera Ariel Sharon se dignó en asistir a su entierro. Los políticos de una u otra ralea son así de desagradecidos.
En otro orden de asuntos, todas las legaciones diplomáticas habían partido de Budapest a sus países de origen ya que allí no había nada que hacer a excepción de aquellas neutrales: Suiza, Suecia, Portugal, Vaticano y como no, España.
Al mando de la embajada española, el personaje que nos ocupa. El zaragozano Ángel Sanz Briz, el Ángel de Budapest.
Nacido en Zaragoza, un 28 de Septiembre de 1910 Ángel era un chico bien de la capital maña. Sus padres regentaban el famoso "Bazar X" en la calle Coso donde actualmente sita la FNAC, ahora especializado en juguetes y desperdigado por distintas áreas de la ciudad. Estudió en los Escolapios como mis hijos, cerca del negocio que regentaban sus padres. Se licenció en Derecho y sus estupendas dotes idiomáticas le llevaron a ingresar en la Escuela Diplomática y en la Guerra Civil se enroló en las filas franquistas como quintacolumnista.
Ángel Sanz Briz ante todo y sobre todo fue un hombre de convencido brazo en alto, y es que en la España del General Franco ser diplomático y comunista era imposible. No solo eso, posteriormente a todo este Totum Revolotum añadir que sería cuñado del Ministro de Exteriores Fernando María Castiella. Briz fue franquista pero a todas luces nunca antisemita como veremos.
Así las cosas, en Junio de 1944 Sanz Briz entra como diplomático en la embajada española en Hungría. Por aquel entonces el General Franco tibio en cuanto a su tratamiento para la condición judía estaba a caballo entre la ideología declaradamente antijudía de sus compañeros de academia como por ejemplo Queipo y una visión condescendiente para la cuestión judía. En mi opinión, no ganaba en nada siendo antisemita en un país que no tenía judíos tan a penas y que era ultracatólico y conservador. Franco se movió entre el filosefardismo y el antisemitismo con raíces en el antijudaísmo cristiano galimatías a todas luces inconsecuente y en no poco difícil de entender pero luego daremos un rápido bosquejo de lo que fue la cuestión judía en el Régimen del General Franco. Como prolegómeno diré que la revista "Sefarad" al amparo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas fue inaugurada en 1941 y en 1962 el Instituto de Estudios Sefardíes. Algo absolutamente contradictorio y que pone de manifiesto en mucho la buena voluntad de Franco ante un pueblo que jamás le molestó en parte porque nunca Franco fue declaradamente racista, en parte porque no tenía judíos en su territorio.
Señalar que a España llegaban no pocos anónimos como país neutral que era. Anónimos que denunciaban el sistemático exterminio judío en Hungría. Briz no ajeno a estas cartas decide mandar una a la presidencia del gobierno vía valija diplomática firmada de su puño y letra. A todas luces se estaba jugando su puesto de trabajo. No solo eso, posteriormente también firma una manifiesto implicando a las 5 embajadas neutrales que quedaban en Budapest sin recibir ninguna noticia al respecto. Así las cosas, entendiendo la respuesta como un silencio administrativo positivo decide arriesgarse y tomar el solito cartas en el asunto ya que la situación era insostenible. Y es que en 1942 Franco había destituido a su cuñado, el germanófilo Ramón Serrano Suñer notario a la sazón y albacea de José Antonio. Su sustituto, Jordana al frente de exteriores muere al poco y había sido tomado el relevo de tal cartera por José Félix de Lequeitia un impenitente antisemita al cual no le dolerán prendas en adoptar una posición indolente ante la cuestión judía y Sanz Briz. Señalar que ya la División Azul había denunciado tales agresiones como a posteriori aclararé. Por añadidura, Briz se dio cuenta que los niños y las mujeres también eran deportados y no se los llevaban precisamente a trabajar... Olía muy, muy mal.....
En cuanto a la situación de los judíos, otrora dulce se había tornado un infierno. Les estaban vetados todo tipo de trabajos tanto administrativos como manuales. Expulsados por completo de la judicatura solo podían salir de casa dos horas al día. Los niños tampoco podían ir al colegio y estaba terminantemente prohibido hablar por las ventanas así como obligados a ceder siempre los asientos en los tranvías. Como es de suponer se les obligó a portar la dichosa estrella amarilla en la que se inscribía una "J" o.... "Juden" y estaban confinados en las "casas estrelladas" a la espera de sus deportaciones desde la estación oeste de Budapest. Como apunte, reseñar que la sinagoga de Budapest era la más grande de Europa y la segunda más grande del mundo. Yo estuve allí, y doy fe que es impresionante.
Así, y a vuelapluma, Briz decide otorgar pasaporte a los 5 primeros judíos que no eran sino los que trabajaban en la embajada española. Pero todavía quedaban muchos más. Por lo que Briz y amparándose en una ley del año 1924 derogada y datada de la Dictadura del General Primo de Rivera en donde se les otorgaba a los sefardíes (judíos de origen español) la calidad de súbditos españoles comienza a urdir un plan a todas luces ridículo e hilarante pero que dará sus frutos. Tened en cuenta que a fecha de hoy en día hay no menos de 2.000.000 de sefardíes dispersos por todo el mundo y que no pocos todavía conservan la llave de sus casas cuando los empezaron a expulsar en 1492 por real decreto los Reyes Católicos.
A Briz No le duelen prendas en hablar con el Ministerio de Asuntos Exteriores húngaro y obtener un visado para 200 sefardíes los cuales salva resolutivamente. Pero hasta ahí todo era legal o ilegal ya que el Real Decreto de Primo estaba derogado y se lanza a salvar más y más y más judíos. Su plan era sencillo pero a la vez absurdo. Solo podía desalojar gente de Hungría siempre y cuando el visado ostentase un "número de ciudadano" inferior al 200. Así las cosas y de 200 en 200, jamás 201 ante lo cual los visados eran siempre iguales. No contento estableció categorías en los mismos. "A", "B", "C", "D"..... dándoles así la vitola de visados distintos pero de igual conformidad con arreglo a la ley. También empezó a extender visados por categorías familiares salvando así familias enteras de judíos. Algo increíble!!!!. No contento, cuentan que cada tren que partía de Budapest se dirigía al convoy personalmente y exigía por la ventana a cualquier judío que dijera una palabra en español por lo que tenía la excusa perfecta para rescatarlo y otorgarle un nuevo visado a la ya larga lista de anteriores. Así y de esta traza hasta 5000 visados, ergo 5000 judíos salvados.
Los judíos se le amontonaban en Budapest. Por lo que sacrificando su fortuna pone en marcha una red de 11 pisos bajo legación española. Sencillamente alquilaba los pisos y les ponía la bandera del General Franco en la puerta. Excusa más que suficiente para asignar a tales pisos el rango de suelo español. Reseñar que las fincas tenían todas portero. Para así establecer un control sobre los moradas en el caso hubiese un intento por parte de las SS o Cruz Flechados de desalojar un edificio a todas luces español. Allí vivían los judíos. Hacinados como podían en ingentes cantidades y a la espera de un visado por parte de nuestro particular Ángel de Budapest franquista. La suerte de estos habitantes húngaros era a todas luces lamentable. Hacinados, sin comida, con frío, sucios y malolientes pero........ vivos. Lo mínimo esencial para subsistir hasta que tuvieran un visado ilegal corría también del bolsillo de este Ángel de Budapest.
Por si esto no fuera poco, otro "Justo entre las Naciones" se había apuntado también al carro en perfecta imitación de Ángel Sanz Briz. Su origen sueco, su nombre Raoul Wallemberg. Entrambos se pasaban tal o cual información, colaboraban y en no poco padecían juntos la suerte de estos infelices de toda condición, edad y pelaje. Wallemberg salvó también unos cuantos miles de ellos.
Hay que señalar que Briz orquestó su plan de la siguiente manera. En primer lugar desalojó a los sefardíes españoles (unos 70), acto seguido a aquellos sefardíes que sin ser españoles eran de origen español y definitivamente cuando lo dejó todo limpio de sefardíes siguió con israelitas y judíos húngaros camuflándolos de sefardíes.
Así las cosas, llega la fecha de partida para Briz. Estamos en la mañana del 7 de Diciembre de 1944 y en mitad de una copiosa nevada Briz desaloja Budapest vía Suiza a España. Pensad que Briz no se iba pensando que su labor había sido acabada. Sencillamente, las tropas rusas estaban a las afueras de Budapest y es lícito pensar que un anticomunista de la talla de Briz iba a durar menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Con estos mimbres deja el mecanismo perfectamente engrasado y le endilga la misión a un italiano el cual había participado en la Guerra Civil española otorgándole un pasaporte español por si las moscas. Este italiano se llamaba Giorgio Perlasca y hasta entonces había sido el encargado de abastecer a todas esas personas de víveres en sus pisos. Ahora sería por mor de los acontecimientos el dueño de la misión. Católico, al igual que Briz ostentaba el número 43 de la lista de los sempiternos 200 sefardíes del Ángel de Budapest. Así las cosas, se quedaba con el riñón bien cubierto, nacionalidad italiana, pasaporte español y visado número 43 sefardí. Perseguido en última instancia por los Cruz Flechados, Perlasca se hizo pasar por agregado del gobierno del General Franco y escapó vivo de milagro. Giorgio Perlasca se había convertido por méritos propios en un "Justo entre las naciones".
Raoul Wallemberg tuvo menos suerte. Fue detenido por los soviéticos y murió en un campo de concentración en la URSS. La medalla que el gobierno israelita le otorgó nadie fue a recogerla. Sencillamente ya que lo dieron por desaparecido su madre estaba completamente convencida de que algún día aparecería y rehusó por esta causa a la concesión de la misma. Pero diversos archivos desclasificados arrojan que fue asesinado por los soviéticos.
En cuanto a Sanz Briz jamás habló de ello. Solo concedió allá en 1966 una entrevista a Heraldo de Aragón. En otro orden de asuntos él siguió siendo un funcionario del Régimen de Franco y se debía a su país por lo que calló. Por añadidura y dadas las pésimas relaciones de Israel para con Franco y siendo éste vetado en el año 1955 por el país Hebreo, vetado pero ingresado de pleno derecho en la ONU le aconsejaron no ir tampoco por la medalla y no fue. A fin de cuentas, Briz siempre fue un hombre del Régimen y le debía silencio. Si bien, su familia sabía a ciencia cierta quien había sido Ángel en una ciudad tomada por los nazis.
Nuestro protagonista murió de cáncer de estómago un 11 de Junio de 1980 en Roma siendo diplomático en el Vaticano sin apenas haber hecho declaraciones sobre su encomiable labor. Su familia fue invitada por el gobierno israelita de forma encarecida para entregarle la Medalla de los Justos, plantar un árbol en el Jardín de los Justos y asisitir a una inscripción en la que figura ahora sí, su nombre junto con 25.000 nombres más. Aquellos que hicieron algo por salvar vidas humanas sin pedir nada a cambio. La familia accedió de buen grado en el año 1986 y una vez reconocida España por el Estado de Israel la familia se trasladó al país hebreo para tan grato homenaje.
El Estado español, quiso arrogarse de pleno derecho el mérito del diplomático español. Pero no se conserva ni un solo documento en el cual la España del Régimen de Franco iniciase conversaciones para tal o cual mérito que lo justique. Briz obró de motu propio y sin el auspicio del gobierno de Franco. A voluntad propia y sin ningún apoyo mas que el de unos cuantos entre ellos, los arriba citados.
En cuanto al presunto antisemitismo de Franco raya lo paradójico y lo inconsecuente. Decir, que no se conoce ni un solo discurso de Franco durante y antes de la Guerra Civil en el cual hiciera gala de antisemitismo alguno, para cambiar de dirección conforme las potencias del Eje avanzaban a pasos agigantados. Para aquel entonces, la División Azul ya había denunciado tales agresiones. Esta división fue a combatir al comunismo, jamás a iniciar una limpieza étnica y nunca acaparar Espacio Vital. Para finales de 1942 España sabía muy bien lo que se cocía en los campos de concentración y de exterminio nazis. Madrid, estaba completamente tomada por la embajada alemana y la Gestapo. De hecho, se proyectaban más películas alemanas que norteamericanas. Y es que en parte, Franco debía una auténtica fortuna a Hitler, amén que se calculan más de 17 empresas alemanas tenían completamente secuestrada la industria minera tan rica en Wolframio para fabricar bombas. El antisemitismo del General Franco fue dictaminado en una pose dado los tiempos que corrían. Una pose que abandonaría a su suerte sin apenas pronunciarse conforme los alemanes perdían la guerra. Y es que, para que quería ser Franco antisemita?. 500 judíos en Barcelona, 20 familias en Madrid, unos cuantos miles en el protectorado de Marruecos junto con otros tantos en Ceuta y Melilla conformaban la terna judía en España. No más. En otro orden de asuntos, y volviendo al celuloide es cierto que se estrenó en EEUU "Por quien doblan las campanas" de Hemingway en el año 1943 y Franco temía que un creciente antifranquismo americano lo vistiera de antisemita ya que Hollywood estaba muy influenciado por los judíos así como también el New York Times. "Por quien doblan las campanas" y como anecdotario se estrenó en España el 18 de Julio de 1978. 42 años más tarde del Alzamiento Popular que llevó al General Franco a ganar la Guerra Civil.
En mi opinión, Franco tomó la cuestión judía como algo más a no pronunciarse so pena los tiempos fueran a favor o en contra. Cierto es que escribía bajo el seudónimo de "Jakin Boor" en el diario Arriba y podía colar lo que quisiera en materia antisemita sin mojarse un ápice. Pero sabía muy bien que el antisemitismo es un traje que a nadie le sentaba bien si quería mirar a un futuro y perpetuarse en el poder junto a una emergente economía, la norteamericana. En otro orden de asuntos, el Franquismo fue Franquismo. Nada más. Rehuía por completo del Nacionalsocialismo el cual sí tenía un componente antisemita al igual que el Comunismo y a las pruebas me remito, con sus pogromos judíos. Más cercano a Mussolini, Franco siempre odió al maldito cabo y en no poco a Stalin, si bien éste último era su enemigo natural. La Conferencia de Hendaya fue un diálogo de sordos.
Eso sí, en el último discurso de su vida en el año 1975 Franco inició una perorata sobre la conspiración judeo masónica y el comunismo internacional. En mi opinión estaba ya un poco gagá o el que le escribió el discurso si hubiese puesto como tal, una tira de El Jueves también la hubiese leído. Y... es que me da la sensación que a Franco hacía mucho tiempo se le había parado el reloj.
A título anecdótico reseñaré que anda por ahí un periodista llamado Arcadi Espada. Acaba de escribir un libro sobre la Embajada española en Budapest acercándose bastante a Briz. En este libro, sostiene majaderías tales que Briz lo hizo para salvar a una judía de la cual estaba enamorado y que Franco pagaba los pisos y manutención de los judíos. Ni puta idea que os lo digo yo. Todos los datos que he cotejado tanto históricos como anecdóticos están contrastados. Para nada extraídos de la prensa rosa ni sensacionalista del señor Espada. Como si para ponerle los cuernos a la mujer hiciese falta salvar a 5000 judíos.......
Y... esta es la vida y el homenaje a mi paisano Ángel Sanz Briz. El llamado Schindler español. Si éste último lo hizo con 1200, Briz con más de 5000. Irena Sandler también jugó un papel muy importante en la salvación de personas, esta vez niños y por ello la dejaron en una silla de ruedas de una paliza. Sanz Briz, Irena y Oskar están ahora inscritos por el Yad Vashem en un memorial junto a más de 25000 héroes anónimos. Quizá la inmensa mayoría no pudo salvar a tanta gente como Sanz Briz, es posible. Pero recordad que "El que salva una vida salva al Universo entero".
P.D.: Especialmente dedicado a mi amigo Jesús Baquedano y mi amiga Jessica López Malón los cuales me sugirieron este post. También dedicado a José Antonio Arbizu zaragozano y evangélico a la sazón, al cual le gustará sin duda saber que hubo un día que el Bazar X tuvo un héroe.
Y... ahora como siempre vedlo:
Se trata del film "El Ángel de Budapest". Está interpretada por Francis Lorenzo. A decir verdad cuando escribí este post no la había visto pero estas líneas son del 10/04/15 y la vi ayer. Por lo visto lo escrito en su día se corresponde en realidad con la película si bien omití en mis primeras líneas la acción del sacerdote católico, Nuncio Apostólico y diplomático italiano Angelo Rotta. Otro "Justo entre las Naciones". Reseñar que la película es magnífica. Ahora sí la he visto.
Adjunto, pues y al post como complemento al Nuncio Vaticano que en connivencia con los arriba ya citados se sumó a tan magna causa. Sería injusto por mi parte no reconocerlo. La Iglesia Católica pasó muy de puntillas por la cuestión judía pero sin duda alguna si bien es cierto nunca condenó al nazismo sí hizo lo que pudo al respecto por la puerta de atrás. Señalar que Rotta fue devuelto al Vaticano después de su encomiable labor y acto seguido se le dio un puesto gris en ese país. Pero fue otro "Justo entre las Naciones" por méritos propios. La Iglesia Católica debería plantearse que para subsistir debería adoptar a más personajes como Rotta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario