jueves, 20 de febrero de 2014

Un Reichsführer piadoso?






        Corría el año 1945 y más en concreto el 23 de Mayo cuando un soldado de su Graciosa Majestad no era tal. Era nada más y nada menos que el Reichsführer de las SS Heinrich Himmler disfrazado de soldado inglés.
         Nacido el 7 de Octubre de 1900 y proveniente de una familia de tradición católica pronto se sintió atraido por el Régimen de Hitler para ingresar en el. Este estudiante de Agricultura pronto fue medrando en el escalafón nazi para situarse en lo más alto y a la derecha de Adolf Hitler y del resto de sus correligionarios. Y por diversas vicisitudes de su trayectoria llegó a situarse como líder indiscutible de la Gestapo y de las SS controlando también la primera a la muerte de Reinhard Heydrich.
        Himmler pronto abadonó su cuna católica para adentrarse en el paganismo convirtiéndose así en un ministro de lo pagano del Tercer Reich. Impenitente ocultista creíase la reencarnación de un rey teutón llamado Enrique "el pajarero", no dudaba de cenar siempre acompañado de 12 comensales en alusión a los 12 apóstoles y a la tradición Artúrica, rondó por España buscando el Santo Grial y consiguió la Lanza de Longinos con la cual fue asaeteado Jesucristo, a la vez que exaltaba la raza aria centroeuropea en un culto cuasimístico a Sigfrido y los Nibelungos. Tremendamente austero, Himmler era un personaje místico, un jesuita invertido y pervertido de los pies a la cabeza y su personalidad era una mezcla entre la paranoia, la contradicción racial de su persona y el oportunismo más ubicuo. Unido a altas y delirantes dosis de ocultismo.
      
  Como anecdotario, decir que repudiaba la sangre. Famoso episodio fue aquel que visitando un campo de concentración asistió a una ejecución de judíos a balazos. Le salpicó sangre al traje y se lo tuvieron que llevar de allí temiendo desfalleciera, o aquella vez que fue invitado por el General Franco a España a conocer nuestra cultura autóctona y visitar el Escorial y Montserrat. Franco, como buen anfitrión le preparó una corrida de toros y al primer toro de la tarde el Reichsführer se retiró a su hotel tachando al pueblo español de cruel y sanguinario, lo que sí se desconoce es que a la llegada a su habitación también le habían robado la cartera. Anécdotario paradójico cuando menos para un individuo responsable directo del exterminio de 6.000.000. de personas.

    Hasta aquí la disección del personaje pero vayamos a lo que nos ocupa:

   
   Si curiosa es la historia de Oskar Schindler, Irena Sandler o el diplomático español Ángel Sanz Briz por salvar vidas, la de Felix Kersten ocuparía primer lugar por méritos propios. En Diciembre de 1939 un médico finlandés afincado en Berlín y el cual desempeñaba en su disciplina métodos orientales fue reclamado en el la Prinz Albrechtstrasse nº8 u oficinas centrales de las SS. Su misión: Curar a Himmler.

    
En un principio Kersten se mostró esquivo pero se dejó seducir por la personalidad de Himmler y poco a poco fueron intimando hasta el punto de autorizar a Kersten correspondencia directa desde Finlandia y Holanda. A Kersten ningún oficial por muy de alto rango que fuese le abría una sola carta y... no solo eso, gozaba de total libertad para hablar con el extranjero por teléfono. Y... todo por sus estupendas dotes curativas. Dotes las cuales aplicaba a Himmler con rotundo éxito. Se había convertido en médico personal del Reichsführer y con la vitola de ser el único facultativo en Alemania capaz de solucionar los problemas estomacales y articulatorios del edecán de Hitler. Ahí era nada...

      Kersten entraba y salía del despacho de Himmler como Pedro por su casa y en una ocasión mientras lo trataba le sugirió la liberación de un matrimonio holandés amigo de su familia ante lo cual el SS contestó:

      -"Hombre....... tratándose de usted haré un pequeño esfuerzo". Y dicho y hecho fueron liberados.

      En una ocasión y en el vagón blindado de Himmler Kersten vio a Himmler al borde de un síncope nervioso, sencillamente era el año 42´ y el exterminio masivo de hombres, mujeres y niños debía de comenzar. Y Kersten se dio cuenta de que Himmler estaba tremendamente influido por Hitler y lo peor, sin posibilidad alguna de retorno. Todo lo que era y sería en la vida estaba dirigido hacia su Führer y le tenía que rendir con su voto de obediencia y así sería.

   
  Definitivamente Kersten se enteró de la Shoah o solución judía. Y ante Himmler le manifestó que todas esas dolencias que le acuciaban, todo ese vademecum de enfermedades no eran sino la presión a la cual estaba sometido por Hitler, la Gestapo y las SS. Le recomendó aflojara en su "trabajo" y que sencillamente bajara el pistón, so pena de algún día no poder solucionar su agonía por convertirse en crónica.

      Fue entonces la etapa de espía de Kersten,  el cual se ofreció a pasar información a Suecia para poner de manifiesto su conocimiento sobre el genocidio.

     
Con el paso del  tiempo en el año 45´ y pensando en que Himmler se daba cuenta de que la guerra estaba irremisiblemente perdida Kersten dialogó muy seriamente con Himmler y le dijo que ante el inminente fin de la guerra no exterminase ni a un judío más (el plan era dinamitar todos los barracones) y que desviase convoys enteros de trenes a Suiza a través del conde de Bernadotte. No solo eso, promovió una entrevista con un representante del pueblo judío y se llegó a un acuerdo de no agresión hacia ningún judío. En total 60.000 prisioneros lograron salvar la vida gracias a las gestiones de Kersten. Tal fue así que los Suizos no sabían que hacer con tanto judío sin identificar, tanto gitano, homosexual, zíngaro, comunista, anarquista e intelectual. La Cruz Roja Suiza echó una mano y también apoyó tal plan desde el principio.
       En cuanto a Himmler acabó como comienza esta historia y mordiendo una cápsula de cianuro ante la sorpresa de sus captores pero se le convenció de que la Humanidad le estaría eternamente agradecida por tal estipendio, nada más lejos de la realidad. A sus espaldas ya llevaba la friolera de 6.000.000 de asesinatos y ha pasado a la historia como un sinvergüenza y a la larga un traidor y además, nadie ha osado difundir ni en un ápice esta piadosa historia digna de guión de Hollywood. Otras como las de Schindler sí, ésta no. Mientras gestionaba la grata salvación de esos infelices a espaldas de Hitler estaba conspirando un armisticio con los aliados para salvar el pellejo, eliminar a Hitler (estaba desventrado tecnicamente) y aliarse con E.E.U.U., Inglaterra y Francia e invadir la U.R.S.S., siempre de comandante en jefe de las operaciones.

   
Einsenhower se enteró del nuevo plan de Himmler y le faltó tiempo para difundirlo enterándose Hitler y condenando a muerte a Himmler. El otrora "mi fiel... Himmler" que decía Adolfo de él pasó a ser el hombre más buscado por un Tercer Reich que hacía aguas y por los Aliados.

     En resumidas cuentas. Himmler fue un desgraciado y una víctima más del magnetismo de Hitler al igual que el pueblo alemán. Se metió hasta las trancas y a resultas de ello tuvo que seguir adelante pasase lo que pasase, tan estafado como el resto de Alemania. Una víctima más de un sistema, no mucho más lejos del de ETA por citar un ejemplo. Una espiral sin retorno. Hitler lo montó así. No solo le pasó a Himmler sino a Göering, Eichmann, Bormann, Hess (éste acabó turulato ya a la primera de cambio), Ribbentropp, Doenitz, Goebbels e.t.c. así hasta llegar a Speer arquitecto de Hitler y Ministro de Armamento del Reich al cual le cayeron 20 años y luego se ganó muy bien la vida vendiendo libros. Pero nadie dice que Speer sí sabía lo de los campos de concentración y que por su gran competencia en su etapa de ministro logró alargar la guerra un año más. Hoy en día su hijo es un reconocido arquitecto de fama mundial. Pero eso es otra historia.

   
Himmler salvó 60.000 vidas pero exterminó a 6.000.000. de personas y con esa proporción a mi entender no fue un Reichsführer nada piadoso....

       Ahora mi pregunta es la siguiente: Ya no hay gente tan pérfida como Himmler o..... es que el sistema no les ofrece ya la ocasión?. Me temo que la respuesta es la segunda.

        Cuando veais a Bárcenas, Urdangarín, Díaz Ferrán, De Juana Chaos, Otegi y gente de esta ralea pensad que no llegaron al extremo del Reichsfüher por no tener la oportunidad. Más claro, agua.

        Nuestro sistema occidental de una vez por todas nos ha librado de los sátrapas. Lo hará en el próximo envite con los ladrones de guante blanco? Que cada uno saque su conclusión.

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