miércoles, 16 de abril de 2014

El hundimiento del Bismarcq.




         El acorazado. Ese aparato que como su propio nombre indica no era sino el terror de los mares. Era una fortaleza flotante dotada de una potencia de fuego brutal, un asesino del mar y a la vez reforzado por todas partes. Pero hubo acorazados y acorazados. Hoy nos vamos a centrar en uno en concreto, el acorazado Bismarcq.

         Segunda Guerra Mundial y más en concreto 1941. Había 4 acorazados que surcaban los mares a cual más inmenso. El Yamato japonés, el Bismarcq alemán, el Hood inglés y el Missouri norteamericano. A cual más grandioso. Hoy nos centraremos en el Bismarcq. Los otros, pasaremos a describirlos otro día.

       Corría el año 1939 y más en concreto febrero de 1939 cuando se botó tan formidable barco en la ciudad portuaria de Hamburgo. El orgullo de la Kriegsmarine, la armada alemana. El Bismarcq estaba introducido en el proyecto "Z", el rearme natural de la escuadra alemana. No fue hasta bien entrado 1940 cuando en realidad entró en servicio tan temible barco. Sus dimensiones eran exageradas, colosales más bien diría yo. Medía 240 metros de eslora, casi 36 de manga, pesaba 50.000 toneladas y tenía un blindaje de 300 milímetros en su parte mejor acorazada, ya que en el resto del barco venía a tener entre 80 y 120 milímetros. Para que os hagáis una idea del artefacto en cuestión medía 10 metros más que el Titánic y pesaba el doble que este. Su velocidad era de unos 30 nudos lo cual no está mal para desplazar tal cantidad de kilos en el agua. Señalar que a pesar de tal despliegue de medios el Bismarcq no era el acorazado más grande, sino el Yamato. Eso sí, el Yamato era tan grande que estaba más que condenado a operar solo en el Pacífico. No cabía por el Canal de Suez.

       
 Según sus marineros el Bismarcq era insumergible y no les faltaba razón. Una casualidad, una horrible casualidad, dio al traste con este magnífico barco. Y..... solo realizó una misión. Exitosa, por cierto, muy exitosa.

        En cuanto a la potencia de fuego del Bismarcq y para que os hagáis una idea de lo letal del mismo disparaba obuses de 1000 kilos a una velocidad inicial de 840 kms hora para alcanzar en el aire más del doble de la velocidad de sonido siendo capaz de hacer blanco a más de 25 kilómetros. Con un ratio de fuego de 3 obuses por minuto y una dotación total de 960 de los mismos el Bismarcq era el líder indiscutible de los mares a la par que el niño mimado de Karl Döenitz, Hitler y la acerería Krupp. Señalar que en su vientre también portaba 4 hidroaviones. El Bismarcq tenía un gemelo, el Tirpitz que he de decir que los ingleses se vieron muy, muy, muy negros para hundirlo pero eso es otra historia que algún día relataré. No fue tan facil como el Bismarcq, si bien bastante menos espectacular.

        Inglaterra tenía un cuchillo en la garganta. Sencillamente los grandes acorazados, acorazados de bolsillo, y los U-Boot alemanes les estaban haciendo la vida imposible a los británicos. Estaban dejando a las islas completamente aisladas de suministros. Vadear el Canal de la Mancha y alrededores en una piragua o aún con unos manguitos era sencillamente un suicidio. No menos de 785 submarinos construyeron los alemanes, ya que Döenitz era partidario de la guerra submarina antes que de la de superficie y tenía su máquina favorita: "Enigma", de la cual ya híce una reseña en un post sobre Alan Turing y que a continuación os pongo para que sepáis que Turing fue un héroe. Alan Turing, ese inglés que ganó la Segunda Guerra Mundial y que acabó mal, muy mal por su condición homosexual. Un terrible atentado contra la condición humana y por extensión una traición a un país: Inglaterra.

http://laverdadteharalibre6.blogspot.com.es/2014/03/alan-turing.html



      Así las cosas y en el mar de Dinamarca se juntaron para una operación militar el Prinz Eugene y el Bismarcq. Divisaron a lo lejos al orgullo de la Armada de su Graciosa Majestad el Hood y acompañándolo el Prince of Wales. El Hood era el acorazado más bonito y largo de Europa pero estaba muy poco "acorazado", su blindaje era deficiente. Señalar que la Royal Navy era la armada más poderosa del mundo. La RAF y la Royal Navy mantuvieron a los alemanes a raya durante un año aún cuando Hitler era señor de toda Europa. Los ingleses a la hora de divisar a los alemanes invirtieron la posición de estos últimos ya que habían cambiado de lugar en mitad del trayecto por lo que la inmensa mayoría de obuses británicos apuntarían al Prinz Eugene germano. Circunstancia la que aquí apunto cuando menos anecdótica ya que lo mismo les hubiese dado. Con estos mimbres el Bismarcq lanzó un obús a una distancia de 23 kilómetros que dio de lleno en el Hood, tocó su santabárbara y lo mandó al fondo de los mares en 2 minutos, no dio tiempo ni de dar el "Sálvese quien pueda". De la tripulación del Hood dotada con 1415 hombres solo se salvaron 3.  De esta guisa también alcanzaron al Prince of Wales el cual y ante el caríz que tomaban los acontecimientos decidió escapar tendiendo una cortina de humo para cubrirse. El Bismarcq había hundido al orgullo de la Royal Navy, el Hood, y en Inglaterra se declararía luto nacional. No obstante, señalar que el alemán fue tocado tres veces por el Hood y perdía combustible. Con estos mimbres el alemán iría a ser reparado a Saint Nazarie, Francia.

      Constatar lamentablemente que los nazis fueron unos asesinos tanto en tierra como en mar. La Kriegsmarine no consentía para nada rescatar enemigos ni militares ni civiles. Los dejaba al socaire del mar muy a diferencia de las potencias aliadas que sí lo hacían como luego os aclararé. Por algo los nazis fueron los malos.






       Como he dicho antes, la Kriegsmarine a cargo del Almirante Döenitz violaba las más elementales normas navales internacionales. Le cayeron 20 años en los Juicios de Nuremberg y tuvo el "honor" de firmar la rendición de Alemania en sustitución de Hitler. Como no podía ser otra cosa un esbirro del mencionado gobernaba el Bismarcq. El Almirante Lütgens un individuo serio, estricto, lacónico y de muy mala fama entre la tripulación.

         Winston Churchill como he dicho declaró luto nacional ante el hundimiento del Hood y centró todos los esfuerzos de la Royal Navy en hundir al Bismarcq. Así las cosas la Royal Navy y un chivatazo de la resistencia francesa según dicen unos o un avistamiento de un Spitfire localizaron al Bismarcq enviando un portaaviones, el Sheffield. Esta vez acosarían al Bismarcq con los Swordfsh, aviones portadores de torpedos (decisión a mi entender ridícula en comparación con lo que tuvieron que hacer para hundir ese maldito barco)

       A estas alturas de la película imaginaréis que 15 aviones torpederos no serían para nada suficientes para hundir a tal mole pero...... nos equivocamos. Un Swordfish se acercó al Bismarcq y soltó un torpedo. Este se desvió de su ruta original y fue a detonar contra el timón de popa, dejándolo inservible por completo. El Bismarcq empezó a dar vueltas como animal herido completamente desgobernado y soltando el combustible ya citado. Lutgens fue entonces cuando anunció que el Bismarcq había quedado completamente ingobernable a las 21.15 horas: "Barco imposible de gobernar, lucharemos hasta el último proyectil, larga vida al Führer", fue su mensaje.









             El Bismarcq pues estaba fuera de combate. Todo el mundo sabe que un barco de guerra sin timones efectivos no vale para nada, pero el Bismarcq vendería cara su muerte. Los ingleses enviaron al Norfolk, Sheffield, King George V, Dorsetshire y al Rodney al mando del Almirante Tovey y empezaron a acosar al Bismarqc a mil kilómetros de Brest y.... aparentemente sin submarinos alemanes (U-Boots) por los alrdedores. En total, y aún así se le dispararon 2786 proyectiles de los cuales impactaron 300, y seguía sin hundirse. Así las cosas el Bismarcq y como un colador y un amasijo de acero fue definitivamente hundido por los propios germanos para no caer en manos del enemigo y aún así se esforzaron por hacerlo, no había ser humano capaz de hundirlo. Decir que el alemán se defendió como gato panza arriba y vendió caro su inminentemente final. El gasto material fue considerable y de una dotación 2221 hombres solo se salvaron 100. Por supuesto, la Royal Navy y haciendo gala de la más alta ética para la guerra naval envió a un par de barcos al rescate pero se corrió el rumor de que un submarino alemán se dirigía hacia allí. Ante lo cual se ahogaron 1000 hombres. El resto pereció debido a los reiterados ataques y como he dicho antes solo se pudieron rescatar 110 hombres haciéndolos prisioneros. Solo 5 llegaron a Alemania. 5 hombres que a posteriori fueron rescatados por un buque meteorológico alemán. Había sido la Batalla del Estrecho de Dinamarca el 26 de Mayo de 1941 y el Bismarcq se hundía el día 27 de Mayo a 4500 metros. En tan solo 10 minutos llegó al fondo del mar (James Cameron dixit). Decir que en el interin y para más INRI de los alemanes, un U-Boot surcaba el mar, el U-Boot 556 y podría haber perfectamente dado al traste con la operación inglesa de acoso al Bismarcq pero...... regresaba de una expedición punitiva y no llevaba ni un solo torpedo.

   En cuanto al mala sombra del Almirante Lutgens reseñar que se supo poco de él. Estaba en el puente de mando y un obús hizo estallar el puente y su cámara acorazada de 300 milímetros por lo que Lutgens y el capitán del barco saltaron por los aires en mil pedazos. Mal rayo lo partiera al Almirante alemán, lobo nazi. Fanático. Mejor así.



La Batalla del Atlántico fue la más larga de la Segunda Guerra Mundial. Duró desde el 3 de Septiembre de 1939 (el 1 de Septiembre se invadía Polonia y empezaba la Segunda Guerra Mundial) y acabó el 7 de Mayo de 1945. Ni se sabe la de pecios que debe haber en el Canal de la Mancha, litoral francés o en el Mediterraneo y Pacífico. Pecios, aviones, hombres, enseres............ Debe de ser increíble. Como he dicho la Kriegsmarine botó 785 submarinos y la práctica totalidad de la Kriegsmarine fue hundida. No quedó ni un solo barco. Los alemanes mandaron como también he dicho antes 3000 mercantes británicos al fondo de los mares, el Bismarcq, el Hood, el mencionado Tipitz y miles de barcos más son ahora morada de peces y carnaza para moluscos.

        Luego, y una vez acabada la Segunda Guerra Mundial empezaría un nuevo rearme. El de la Guerra fría. Así las cosas los submarinos y portaaviones serían y son nucleares. Hubo una escalada brutal en cuanto a fabricación de submarinos nucleares. No por nada hoy en día es el arma más letal de la cual dispone el ser humano ante lo cual Döenitz, el infame Almirante tenía razón en sus futuribles y fue un visionario. Pero reseñar que el acorazado hoy en día como buque de superficie está desplazado. No existe ya. Ningún país fabrica tales barcos. No valen para nada. El portaaviones lo ha suplido como arma marítima y es que una buena manada de F-18 te deshacen una ciudad en un Jesús y un misil nuclear desde un submarino por igual pero escondiendo la mano. Nadie sabe de donde viene.







     Son imágenes del Kursk, otro "insumergible" que paradogicamente a pesar de ser un sumergible también se hundió pero otro día haremos un monográfico sobre este submarino. Sin duda alguna merece la pena. El orgullo de la flota rusa de Putin. Un arma perfecta a la vez que letal pero se hundió lamentablemente sin que Vladimir Putin estando de vacaciones hiciera nada por rescatar a su tripulación a 100 metros de profundidad.


      P.D.: Especialmente dedicado a Manuel Valle Barrios. Gran Amigo, compañero de trabajo, lobo de mar en su día y escritor. Él más que nadie os podría ilustrar las vicisitudes de una singladura en un barco. Ah!!!!. Y.... a mis amigos marineros de Puerto de Vega (Asturias). José Andrés, César, Doroteo, Luiña y el resto. Ellos se han jugado y juegan el tipo como nadie en ese inhóspito medio que es el mar y saben con creces lo que es perder un ser querido ahogado sin remedio. Pocas veces un oficio es tan desagradecido y peligroso como el de marinero. Claro que sí.

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