Corría el año 1912 cuando un día de San Valentín tal que mi hija vino al mundo un tal Joan Pujol García. Oriundo de Barcelona, Joan pertenecería a esa clásica familia burguesa catalana. Hijo de un industrial textil, Joan Jujol tras diversos avatares y ya inmerso en plena Guerra Civil y perteneciendo a ambos bandos en la misma en nuestro protagonista se desarrolló un odio feroz a todo lo que oliese a fascismo y comunismo. Joan, no sabría que a la larga y en mucho acabaría ayudando a su segundo enemigo, osea el comunismo.
Su pareja, una tal Araceli intentó convencer a la Embajada británica en Madrid de las estupendas dotes de su marido, pero la embajada británica lo desechó como espía y entonces entró en contacto con el III Reich convirtiéndose así en agente de Hitler. Así las cosas inició una serie de trabajos para los alemanes y seguido muy de cerca por los británicos un buen día decidió presentarles una vez más sus credenciales. Había nacido pues el mejor espía de la Segunda Guerra Mundial. Nombre en clave alemán: Alaric. Nombre en clave británico: Garbo. Era pues, un espía doble.
Aquí es donde empieza la vida de este curioso personaje, apodado Garbo porque sencillamente era un magnífico actor de teatro en Alemania y en Inglaterra.
Estamos ante el mejor espía como ya bien he dicho de la Segunda Guerra Mundial. Sin Garbo la Segunda Guerra Mundial no se hubiese podido ganar y si se hubiese vencido, a un coste material y de vidas mucho más alto.
Garbo se inventó una red de espías completamente ficticia. Agentes que no existían a los cuales él reportaba su información o, mejor dicho los "Cuentos de Canterbury" que los ingleses querían que escuchasen los alemanes los cuales no eran sino en su ignorancia lo que estos querían oir las más de las veces. Movimientos de tropas falsos, operaciones ficticias e invenciones de todo tipo. Él solo tenía que tener un contacto en Alemania, contarle el chisme y que el individuo en cuestión previo pago se lo contara a la Werchmacht. Una vez descubierto el dislate en cuestión se encargaba muy bien de eliminar al agente mensajero y lo hacía de una forma muy sencilla, publicando su esquela en un periódico alemán. Muerto el agente que ya de por sí portaba nombre falso, muerta la rabia.
La vida de Garbo como agente británico era pues una continua farsa, tras farsa. Embuste tras embuste y estoy completamente convencido que si en un momento determinado Garbo que dicho sea de paso no sabía ni inglés en un principio hubiese querido volverse en contra de los británicos los hubiese tenido en su mano. No obstante su feroz odio hacia los nazis hizo de él un consumado antifascista.
Así las cosas llegamos a la piedra angular de esta historia: El Día "D". Desembarco de Normandía. Los aliados, con el fin exclusivo de invadir no Francia, sino Europa hicieron un amplio despliegue en las costas británicas de aviones, barcos, tanques, soldados, todo un aparataje militar falso. Eran de plástico, hinchables y goma espuma para los aviones espía alemanes. Amén de que los Hurricane y Spitfire eran los reyes del cielo por aquel entonces y tenían muy a raya a la Luftwaffe. No en vano habían ganado la operación "León Marino" o invasión de Inglaterra en la famosa batalla volante de Inglaterra.
Aquí entra el mejor militar de la Segunda Guerra Mundial, el Mariscal Ervin Rommel el cual había supervisado perfectamente el muro atlántico, había avisado a Hitler de sus discrepancias, él y solo él sospechaba que los aliados desemabarcarían en Normandía y solo había podido reforzar las playas con 5000 minas. No con 50.000 como él demandaba. Añadir que Rommel tampoco sabía que ese fatídico 6 de junio de 1944 le darían permiso para ir a celebrar el cumpleaños de su mujer dado el mal tiempo en el Canal de la Mancha y puesto que ese día era imposible que hubiese un desembarco en la zona. Una zona de unos 250 kms entre Normandía y Calais. Pero una levísima mejoría en el tiempo hizo que Einsenhower mentara la famosa "Mickey Mouse" contraseña para la inminente invasión de Europa.
Como no podía ser otra cosa Garbo se puso en contacto con Alemania y a través de un contacto ficticio convenció a Hitler, no él sino por boca de otro contacto ficticio más que el desembarco se haría por el Paso de Calais y no en Normandía. Tal fue el convencimiento de Hitler sobre la invasión en Calais que teniendo el desembarco encima, ("Operación Overlord") en Normandía ese desembarco era ficticio y que el verdadero desembarco se haría a posteriori en Calais. Cuando Hitler se quiso dar cuenta los aliados habían ya quebrado el muro Atlántico y ya no había nada que hacer. Con estos mimbres, desatinos y disparates por parte de Hitler las cosas se le estaban complicando muy mucho. Tenía a los Aliados en "su" continente y había desplazado a más de 4.000.000 de efectivos al frente del Este, un auténtico pozo ciego que fagocitaba con denuedo todo, absolutamente todo envío de tropas y material que ya a estas alturas pudiese contener a Stalin, porque... la "Operación Barbarroja" había pasado de ser la invasión de la URSS a la contención por parte de los alemanes de las tropas soviéticas. Los soviéticos en un principio nada sabían del arte de la guerra pero aprendieron, vaya si aprendieron. Llegados a este punto, la guerra estaba irremisiblemente perdida y solo un lunático como Hitler sería capaz de continuarla. Así las cosas Hitler tuvo la gentileza de condecorar a Garbo por su larga trayectoria de servicio a la Werhmacht con la Cruz de Hierro y los ingleses la gentileza también de condecorar al espía con la Orden del Imperio Británico. Increíble pero cierto. Señalar también que si ya de por sí las V1 y V2 de Von Braun no daban ni a un tranvía cruzado, en no pocas veces Garbo pasaba desde Inglaterra las coordenadas falsas y ora daban a un farol ora mataban una vieja. Y Hitler tirándose de los pelos en el interín, amén del menoscabo económico que producía cada cohete en la ya magra hucha alemana porque eran carísimos. Se calcula que de todo el batallón de cohetes que enviaron los alemanes a Londres solo mataron a 5000 civiles. Un precio absurdo para un arma de ciencia ficción. Eran incapaces de atinar en cualquier objetivo militar.
Por si no os créeis la historia aquí os dejo con el trailer de la película:
http://www.garbothemovie.com/
Lo que transcurrió después de la guerra con Garbo es un suma y sigue de lo que le caracterizó durante la misma. Vivió por así decirlo practicamente escondido del mundo. Países como España, Argentina, Chile, Alemania, EEUU (véase el caso de Herbert Von Braun y el proyecto Apollo) y el Vaticano para nada dudaron a la hora de esconder a los diversos jerarcas nazis que lograron escapar de las garras de el Mossad y de la organización Wiesenthal. Lejos de ello aún se organizaron en la famosa organización Odessa. Garbo viajó a Angola después de divorciarse con la ayuda del MI5 y allí murieron "Garbo" y "Alaric". Lisa y llanamente fingió su muerte ante posibles represalias.
Garbo había ganado mucho dinero de espía y se trasladó a Venezuela donde montó diversos negocios con más pena que gloria y tuvo tres hijos muriendo su hija a los 20 años. Garbo contaba medio en broma, medio en serio a su familia que había sido el mejor espía de la Segunda Guerra Mundial pero todo el mundo se lo tomaba a chufla. Y en el resto del mundo se le dio por muerto durante más de dos décadas. Su antigua mujer así lo creía y su nueva familia nunca supo de donde había salido Joan Pujol, solo sabían que era un buen hombre.
.
Definitivamente se trasladó a Caracas a vivir con su hijo en 1984.
Es ahora cuando entra en acción un novelista de espías. Nigel West, y que se interesó por el paradero de Garbo. Lo encontró y lo llevó ante el Duque de Edimburgo a la sazón esposo de Isabel II de Inglaterra, se reunió con sus antiguos amigos del MI5 a la vez que inició una gira por varios países europeos y recaló en su querida Barcelona. Fue tratado como lo que había sido, un héroe y en aquella Barcelona de los 80´ se reencontró con sus hijos, unos hijos a los cuales tuvo que abandonar sin remisión dadas las circunstancias para posteriormente morir en Caracas en 1988.
España, no trata muy bien a sus héroes y menos de este calibre, un simple fugitivo que tuvo la mala suerte de que su país cayó en desgracia con la Dictadura militar del General Franco. Pero sabed que hubo un catalán que fue el mejor espía de la Segunda Guerra Mundial. Un hombre que fue capaz de desventrar por completo al Régimen de terror de Adolfo Hitler y pese a que no fuese su intención y pese a su impenitente odio al comunismo acabó indirectamente echándoles una mano, a ellos, a los aliados y a la libertad. Recientemente se le está reinvindicando y es posible que muchos de vosotros conozcáis las aventuras del genial Garbo ante lo cual y dicho sea de paso nunca viene nada mal rememorar la historia de Joan Pujol García de nombres en clave: "Garbo" y "Alaric" y que ganó la Segunda Guerra Mundial. Cataluña también tuvo sus héroes, claro que sí.
En ese viaje a Europa de la mano de su admirador Nigel West y ante el cementerio de los caídos por la Libertad en Normandía, Garbo se echó a llorar. Sencillamente pensaba que no había muerto tanta gente en ese desembarco y se maldijo por no haberlo hecho mucho mejor. Es esa pátina que rodea a los héroes que son siempre capaces de dar más y más y que todo al final les parece poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario